Page 200 - Memoria del Congreso Hacia un objetivo cultural en la Agenda de Desarrollo Sostenible
P. 200

Mtro. José Ignacio Rojas González



            El principio 14 establece la necesidad de integrar en la educación formal y
          en el aprendizaje a lo largo de la vida las habilidades, conocimientos y valores
          necesarios para un modo de vida sostenible.


            El sub principio B promueve la contribución de las artes, humanidades, cul-
          tura y ciencias en la educación sobre sostenibilidad.
            El sub principio D reconoce la importancia de la educación moral y espiri-
          tual para una vida sostenible.

            El principio 16, el último que citaré, promueve una cultura de tolerancia, no
          violencia y paz. Aquí, el principio F, que cierra los 61 principios de acción, resalta
          la importancia de reconocer que la paz es la integridad creada por relaciones
          correctas con uno mismo, con otras personas, con otras culturas, con otras for-
          mas de vida y con la Tierra, como el todo mayor del cual somos parte.

            Refuerzo estos principios citando a Jyoti Hosagrahar, arquitecta urbanista
          especializada en cuestiones culturales y encargada de la división de creativi-
          dad del sector de cultura de la UNESCO, quien hace referencia a la salvaguardia
          y promoción de la cultura. Son dos fines que, por sí mismos y en conjunción,
          contribuyen directamente a la consecución de muchos ODS, como lograr ciu-
          dades seguras y sostenibles, fomentar el crecimiento económico y el trabajo
          decente, reducir la desigualdad, detener la degradación del medioambiente,
          lograr la igualdad de género y promover sociedades pacíficas e inclusivas. Los
          beneficios indirectos generados por la cultura tienen un efecto acumulativo
          gracias a las actividades efectivas que la retoman como base para el logro de
          los ODS. Concluyo su cita con una frase de su autoría: “La cultura es todo lo que
          constituye nuestro ser y configura nuestra identidad”.


            Como mensaje final, la Carta de la Tierra nos recuerda que: “Somos ciuda-
          danos de diferentes naciones y de un solo mundo al mismo tiempo, en don-
          de el ámbito local y global se encuentran estrechamente vinculados. Todos
          compartimos una responsabilidad hacia el bienestar presente y futuro de la
          familia humana y del mundo viviente en su totalidad”. Precisamente por esto,
          la UNESCO, en su resolución 32 C/17 de octubre de 2003, reconoce que la Car-
          ta de la Tierra incluye principios para una forma de vida sostenible, como un
          fundamento común por el que debe guiarse la conducta de las personas, las
          organizaciones, las empresas, los gobiernos y las instituciones. Asimismo, en
          su resolución 40 C/20 de noviembre de 2019, lo ratifica y alienta a su vez a
          los Estados miembros a que tengan en cuenta estos principios y valores en
          sus iniciativas para alcanzar el desarrollo sostenible. Precisamente se ha ob-


                                               200
   195   196   197   198   199   200   201   202   203   204   205