Page 241 - Memoria del Congreso Hacia un objetivo cultural en la Agenda de Desarrollo Sostenible
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Intervención de la Dra. Norma Estela Pimentel Méndez
manera de resumen, tengo dos objetivos: uno, hipersensibilizarnos, y el
A otro, asumir la corresponsabilidad. Aunque decirlo no significa que auto-
máticamente nos apropiemos del concepto. Esto lo observo porque parte de
la labor que realizamos desde la sociedad civil es promover la cultura de la
legalidad. Por ello, hemos redactado diversos protocolos desde la Barra Phi
Delta y la Asociación Cafis, abordando temas de acompañamiento psicoló-
gico, así como un protocolo ciudadano para atender y acompañar casos de
violencia. Sin embargo, la realidad es que nadie los descarga.
Muchas personas creen que esto es únicamente trabajo de los abogados
y las abogadas, y claramente, como juristas, tenemos una responsabilidad
que va más allá de un simple empleo. Pero como miembros de la sociedad
civil, también debe ser un compromiso personal, una causa que nos motive
a seguir adelante. Debemos buscar nuestros propios recursos y fondos, en su
mayoría de origen internacional, para que, con toda la capacidad operativa,
técnica, y la presencia de expertas y expertos, podamos hacer sostenible el
acompañamiento a una causa.
Creo que la cultura de la legalidad consiste en esto: mi responsabilidad
es ayudar a depurar el tecnicismo jurídico de la legislación y acercarlo a la
ciudadanía. No creo que la abogacía sea exclusiva de quienes estudiamos
derecho; por eso, como ciudadanía, también nos corresponde hacer algo.
Nos toca ir al juzgado con ese conocimiento y práctica. Espero, de todo co-
razón y con respeto a mis colegas, que realicemos nuestras tareas desde un
principio ético.
Insisto en dos aspectos: la hipersensibilidad y la corresponsabilidad. Creo
firmemente que todas las personas podemos abogar por otras, y ahí es don-
de entra la corresponsabilidad. Para apropiarnos de un concepto, necesita-
mos involucrar nuestro cuerpo físico. Las Naciones Unidas, en los ODS, men-
ciona que 1 de cada 3 mujeres hemos sufrido violencia a lo largo de nuestra
vida. En este espacio donde estamos reunidas, las invito a hacer un ejercicio:
levántense y obsérvense. ¿Se conocen? ¿Se han visto alguna vez? ¿Son com-
pañeras de trabajo o de estudio? Si algún día tuviéramos que salir a buscar a
una de ustedes, ¿quién daría las características elementales para armar una
ficha de búsqueda? ¿Quién proporcionaría el número telefónico? ¿Quién se
haría responsable de ir a la fiscalía? ¿Quién hablaría con la comunidad aca-
démica universitaria? ¿Quién hipersensibilizaría?
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