Page 63 - Memoria del Congreso Hacia un objetivo cultural en la Agenda de Desarrollo Sostenible
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Conferencias Magistrales
prósperas, estimula la productividad y el crecimiento; sin embargo, persisten
grandes desigualdades de género en el mundo. En nuestro país, las mujeres
enfrentan obstáculos para obtener trabajos dignos, discriminación laboral y
brechas salariales. A menudo, les resulta difícil acceder a la educación bási-
ca, a la atención médica, y, desde luego, sufren violencia en todas partes del
mundo, además de estar subrepresentadas en la toma de decisiones políti-
cas y económicas.
Desde Naciones Unidas hemos impulsado grandes avances para la igual-
dad de género, entre ellos instrumentos históricos, por lo que deben estar
reflejados en los procesos de planificación nacional como son la declaración
y plataforma de acción de Beijing, la Convención de Eliminación de todas las
Formas de Violencia Contra las Mujeres, la CEDAW, la Agenda 2030, entre
otros instrumentos. En ellos se establece que conseguir la igualdad de gé-
nero forma parte integral de los ODS, incluyendo el objetivo 5. Es importante
mencionar que la igualdad de género debe estar presente en todos los ODS.
Sin igualdad de género simplemente no hay desarrollo sostenible. Algunas
estimaciones del Foro Económico Mundial refieren que se necesitarán 135
años para que se pueda cerrar la brecha de género en el mundo. Esto implica
35 años, sobre todo después de la pandemia. Otro dato indica que más de
2 millones de madres abandonaron la fuerza laboral durante la pandemia,
lo que es sin duda una pérdida común acumulada que ninguna sociedad
debería de tener. La inclusión de las mujeres en la economía tiene grandes
beneficios, no solo para ellas y sus familias, sino para la sociedad en general.
La paz y la prosperidad en ninguna pandemia y en ninguna crisis es neutral;
existen impactos diferenciados entre hombre y mujeres, y entre las mismas
mujeres, dependiendo de la presencia de las condiciones de etnia, sociales
y nivel socioeconómico. Todas las interseccionalidades se suman a la des-
igualdad y discriminación que existe por el simple hecho de ser mujer. Reite-
rando algunas de las cifras, en México 4 de cada 10 mujeres participan en el
mercado laboral, comparado con 7 de cada 10 hombres. Existe una diferencia
significativa en la inserción al campo laboral en condiciones de informalidad,
ya que repercute en las condiciones de vida de estas mujeres, también in-
terrumpe las carreras laborales por la dificultad de conciliación entre la vida
familiar y laboral; y en edades más avanzadas el acceso a las pensiones y a las
prestaciones de salud.
En México y en el resto del mundo, uno de los principales obstáculos para
las mujeres en su inserción al mercado laboral es la problemática de las ta-
reas de cuidados; donde todos esos trabajos han sido invisibles, poco reco-
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