Page 194 - Memoria del Congreso Hacia un objetivo cultural en la Agenda de Desarrollo Sostenible
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Intervención del C. Jorge Luis Zenil Alba
s de suma importancia ciudadanizar la política y, a su vez, politizar a la ciu-
Edadanía. Esto implica asumir responsabilidad como ciudadanos respecto
a las políticas públicas, ya que estas impactan en varios aspectos de nuestra
vida. Desgraciadamente, uno toma conciencia de ello hasta que se ve invo-
lucrado en la administración pública, especialmente en lo relacionado con
el impulso de la sociedad a través del presupuesto y en la medida en que la
población priorice los temas ambientales.
Un error muy prevalente es la idea de individualizar esta problemática,
que naturalmente es sistémica. Se tiende a cuestionar las acciones que uno
toma desde la individualidad, pensando que si cambiamos nuestros hábitos
personales de consumo, surgirá un cambio. Sin embargo, la realidad es que
estas ideas son campañas auspiciadas por poderes hegemónicos que bus-
can la preservación de su status quo. Lo que sí tenemos como individuos
es la capacidad de organizarnos como sociedad civil, como poder político, y
exigir las acciones necesarias.
Enfocándonos en los ODS, quiero retomar un estudio emitido en 2018 por
el Banco Mundial, titulado Groundswell. Este estudio, centrado en México,
señala que, bajo cualquier escenario de cambio climático, ya sean emisiones
bajas o altas, se estiman entre 2 y 3 millones de migrantes climáticos inter-
nos. Es decir, se prevé un gran flujo migratorio desde Veracruz, Campeche,
Tabasco, Guerrero y Oaxaca hacia la zona central del país, específicamente
a la Ciudad de México, Puebla e Hidalgo. Esto nos lleva a cuestionarnos cuál
es el futuro que se espera para la Ciudad de México, con alrededor de 8 mi-
llones de personas, o para la zona metropolitana de Puebla, con más de un
millón de personas; cómo se gestionan nuestros recursos naturales y cómo
se definen las prioridades de nuestra sociedad; además, cómo se interpreta
el crecimiento económico y su impacto real en la calidad de vida de las per-
sonas, especialmente en lo que respecta a la explotación no sostenible de
los recursos.
En el estado de Puebla se está impulsando la creación de la primera es-
trategia en América Latina en materia de bioeconomía circular y social. Se
busca reconfigurar los sistemas de producción y consumo. Somos conscien-
tes de que no es un cambio que ocurra de inmediato; sin embargo, son cam-
bios que podemos ejecutar a corto plazo, mientras seguimos trabajando en
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