Page 130 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Gabriel Tolentino Tapia
especializada en la atención de hipoacúsicos con un enfoque oralista a través del
método auditivo (Lino et al., 2012). A finales de la década de los sesenta la Escuela
Nacional de Sordomudos y el Instituto Nacional de Audiología y Foniatría se fusio-
naron para crear el Instituto Nacional de la Comunicación Humana (INCH) (Sánchez
y Mandujano, 2014; Lino et al., 2012; Ramsey, 2011; Cárdenas, 1991). 52
En esta época surgieron nuevas organizaciones gremiales y medios infor-
mativos: en 1977 se creó la Asociación Mexicana de Comunicación, Audiología, Oto-
neurología y Foniatría Asociación Civil, cuyo órgano informativo sería la «Revista
Mexicana de Comunicación, Audiología, Otoneurología y Foniatría». En 1980 el con-
sejo mexicano de audiología, foniatría y comunicación humana, A. C. Más allá de la
otorrinolaringología, estas asociaciones expresaron la multiplicación de disciplinas
encargadas de la audición y el lenguaje.
Del lado de la publicación de estudios sobre personas sordas, estos se pro-
dujeron de manera prácticamente permanente a través de la revista Anales de la So-
ciedad Mexicana de Otorrinolaringología fundada en 1949, además de tesis y confe-
rencias presentadas en congresos de la misma sociedad. Para esta época emergen
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algunas nuevas denominaciones como «lisiado». Los trabajos presentados son
ambivalentes en cuanto a la distinción sobre sordera y mudez. Algunos explicitan la
diferencia, pero otros parten del hecho de considerar que son sordomudos. Por ejem-
plo, en su investigación sobre sordera perceptiva hereditaria, Hernández y Torres
(1962) concluían que en más de la mitad de sus casos de estudio (278 personas sor-
das pertenecientes a 100 familias) más de la mitad eran sordomudas. Sin embargo, el
estudio no contemplaba un análisis clínico acerca del aparato bucal y el auditivo.
En el mismo tenor, la vieja relación entre sordera y condición mental o inte-
lectual, todavía seguía generando inquietud entre investigadores e investigadoras de
la medicina. En una de las ediciones de 1959 fue publicado un trabajo con el título
52 En el siguiente capítulo analizaré con más detalle, desde una perspectiva espacial, cómo la Escuela Nacional de Sordo-
mudos, considerada como el lugar fundacional de la comunidad Sorda en México, terminó por convertirse en un instituto
de rehabilitación desvinculándose de la lengua de señas para privilegiar el oralismo.
53 Con ello aparecían otras formas de nombrar: en 1948 los médicos Pedro Berruecos Téllez y Andrés Bustamante Gurría,
dos figuras importantes en la otorrinolaringología mexicana, presentaron en el Congreso del Niño Lisiado el trabajo titulado
«Algunas reflexiones sobre el niño sordo, considerado como lisiado». El término tuvo relativa frecuencia en su uso médico
y pedagógico. Archivo secretaría de Salud. 1947-1948. Asunto: Sociedad Interamericana de Ayuda a los Lisiados. Contiene:
trabajo presentado en el Congreso del Niño Lisiado, titulado «Algunas reflexiones sobre el niño sordo, considerado como
lisiado». El documento se encuentra en el archivo de la Secretaría de Salud. He podido revisar un resumen en internet, pero
no su contenido, debido a las restricciones por COVID-19. Este mismo trabajo, de los dos autores en mención, también es
señalado por Cárdenas (1991).
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