Page 128 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Gabriel Tolentino Tapia




               En 1950 el médico Fidel López de la Rosa promovió la creación de un Insti-
        tuto Nacional de Rehabilitación Auditivo-Oral, utilizando como justificación las esta-
        dísticas que se generaron sobre personas sordas en 1940 (Cárdenas, 1991). Un año
        después, en 1951, el Médico Pedro Berruecos Téllez fundó el Instituto Mexicano de
        la Audición y el Lenguaje (IMAL) (antes Centro Audiológico y Foniátrico de México),
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        cuya administración sería particular (Cárdenas, 1991; Lino et al., 2012).  La nue-
        va institución se apropiaba de la palabra «effeta» (ábrete) que Jesucristo mencionó
        cuando curó a una persona sorda. El IMAL influyó en la fundación de otros institutos
        similares en América Latina y el Médico Berruecos fue una figura clave en la crea-
        ción de instituciones públicas de rehabilitación basadas en la promoción de la orali-
        zación. Las personas sordas que vivieron entre 1940 y 1970 en la Ciudad de México,
        muchas de ellas todavía con vida, experimentaron en carne propia el tránsito hacia
        la institucionalización del régimen de la educación especial y la rehabilitación:

             Una amiga le dijo a mi papá dónde podía ir a la escuela, para que aprendiera, pero mi papá no
             creía que había sordos; dónde: en la escuela de sordos y ciegos, en la calle de Leona Vicario, en
             Mixcalco, ciegos y sordos estaban juntos en esa escuela (…) mi papá me llevó a la escuela, en la
             escuela primaria hice hasta sexto año de primaria. Después regresé a mi casa y qué hacía: no
             hacía nada. Entonces mi hermana me ayudó a aprender a oralizar palabras y entonces el doctor
             Berruecos Téllez en la colonia Escandón, él me ayudó, daba terapias de lenguaje y gracias a él, mi
             hermana, mi papá, todos me apoyaron para que yo pudiera aprender a oralizar y todo era para
             mi bien (Virginia, entrevista en el Templo de San Hipólito). 49

               Vicente, compañero de virginal y de Georgina en la pastoral de sordos del
        Templo de San Hipólito, también vivió de cerca el cambio institucional. Había transita-
        do por la Escuela Nacional de Sordomudos un breve periodo y después pasó a acudir
        a una escuela que había fundado Fidel López, quien se fue a Estados Unidos un tiempo
        y a su regreso puso una escuela de oralización en la calle de Río Rhin. Comenta que en
        esa escuela se daban terapias de oralización y el director era Bustamente.

               En 1953 surgió la Dirección General de Rehabilitación en la Secretaría de Sa-
        lubridad. Con el médico Andrés Bustamante Gurría al frente, la intención aglomerar
        a las instituciones que operaban de forma dispersa y que prestaban servicios de re-
        habilitación a «lisiados del aparato locomotor, deficientes mentales, ciegos y sordos.

        48   Sus objetivos: formación de maestros y técnicos en audición y lenguaje, rehabilitación, oralización, adiestramiento auditivo,
           corrección de los defectos del lenguaje, lectura labiofacial, uso de aparatos auditivos (Cárdenas, 1991).
        49   La entrevista grupal en la que participó Virginia, Georgina y Vicente, fue posible gracias al apoyo de Jorge, intérprete de
           señas del Templo de San Hipólito. En el siguiente capítulo se discutirá la conformación de la escuela de sordos y ciegos
           que refiere Virginia, también sobre el Templo de San Hipólito como un lugar de recepción de la comunidad sorda desde
           principios del siglo XX.

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