Page 127 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Construcción científico-estatal de anormalidad en la Ciudad de México
tidades médicas y educativas con la política de rehabilitación y de educación espe-
cial respectivamente. El objetivo concreto sobre este periodo es intentar dar cuenta
de dicho proceso político y social de cambio a partir de la historia institucional.
La especialización médica, que desde finales del siglo XIX comenzó, devino
en una su institucionalización a partir de la década de los cincuenta. De este modo, el
oído y el aparato bucal se condensaban como un órgano que requerían de una espe-
cialidad y un conjunto de instituciones. La instrucción de la oralización en las perso-
nas sordas y su uso como vía para la educación, que comenzó a hegemonizarse luego
del Congreso de Milán en 1880 con efectos en México, se vio reforzada en el siglo XX
a través de la institucionalización de la especialidad médica enfocada en el oído y el
habla oral. Educación y medicina continuaron con nuevas formas de colaboración.
Uno de los primeros indicios acerca de la especialización, fue la indepen-
dencia que alcanzó el gremio de otorrinolaringólogos del de oftalmólogos en 1946;
gremios que desde 1920 habían colaborado. De este modo emergió la Sociedad
Mexicana de Otorrinolaringología y Broncoesofagología y luego de tres años de su
fundación, en 1949, surgió Anales de la Sociedad Mexicana de Otorrinolaringología
(Cárdenas, 1991). Finalmente, a partir de 1956 la sociedad cambió nuevamente su
nombre a Sociedad Mexicana de Otorrinolaringología. Una escisión más se producía
con la autonomía que la broncoesofagología adquiría (Berruecos, 1980). 46
La disciplina en boga se colocaba como autoridad del oído, la nariz y el apa-
rato bucal. La instalación de una organización administrativa de la nueva sociedad,
congresos, reuniones, publicaciones periódicas e inauguración de nuevas institucio-
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nes, formaron parte de su proyecto. Si bien los protagonistas de esta historia, en
su gran mayoría hombres especializados en otorrinolaringología, promovieron ins-
tituciones públicas, también generaron instancias privadas desde el ejercicio parti-
cular de su profesión. La labor de diversos médicos osciló entre ambos sectores.
46 El alcance del presente trabajo rebasa un análisis meticuloso de estas disgregaciones, sin embargo, se puede señalar
que no sólo corresponden a un proceso «natural» de especialización médica; esta historia, en la que la oftalmología
parecía extender su dominio más allá de los ojos, constituye una historia de disputas sobre el dominio médico del cuerpo,
específicamente del oído, los ojos, la boca y la nariz. La historia que detalladamente Cárdenas (1991) comenta acerca del
forjamiento de la otorrinolaringología frente a la oftalmología, puede leerse en términos de Bourdieu como la configuración
de un campo científico articulado por un área específica del cuerpo y su gestión médica.
47 Entre estas: el Colegio Hispanoamericano para el estudio de los problemas de la audición, la voz y el lenguaje; el Consejo
Mexicano de Otorrinolaringología, la Sociedad Mexicana de Audiología y Foniatría y la Sociedad Mexicana de Rinología
(Cárdenas, 1991).
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