Page 147 - Más allá de la razón oyente digital digital
P. 147

Construcción científico-estatal de anormalidad en la Ciudad de México




          corporal, mental e incluso moral, aunque en la vida social las comunidades sordas
          revelan una distancia con respecto de los grupos considerados con discapacidad.
          En el contexto actual de los derechos humanos de las personas con discapacidad se
          gesta una relación diferente con el Estado, pero las comunidades sordas continúan
          demostrando una relación ambivalente con la noción de discapacidad y con los gru-
          pos que se asumen como tal. El capítulo VI abordará este recurrente tema.

                 Durante el periodo del modelo ISI la institucionalización de la discapacidad
          puede interpretarse como la consagración de los esfuerzos que en el periodo ante-
          rior se realizaron. La imposición oyente hace suponer que la categoría de sordomu-
          do transitó del sentido orgánico-biológico al político. Durante este mismo periodo
          se evidencia la incapacidad de escucha política por parte de las instituciones del
          Estado y la ciencia médica. La imposición oyente hace suponer que la categoría de
          sordomudo transitó del sentido orgánico-biológico al político. Es decir, la antigua
          creencia de que las personas sordas eran mudas también se convirtió en un fenó-
          meno sociopolítico de enmudecimiento. La prohibición de las señas durante buena
          parte del siglo XX es el retrato más evidente de esta historia en la que el sujeto sordo
          fue enmudecido políticamente y el oyente ensordeció. Esta ambivalencia pone de
          manifiesto que ahí donde el médico ve cuerpos individuales o poblaciones a curar,
          donde el pedagogo ve grupos de estudiantes a educar por medio de la palabra, don-
          de el demógrafo ve conglomerados poblaciones, o donde el jurista ve sujetos de la
          norma, desde otro enfoque se puede ver una comunidad con cultura propia sistemá-
          ticamente negada.

                 En general, me parece que, repensando en la imaginación sociológica platea-
          da por Mills (1972), los contextos históricos revelan la condición del sujeto sordo
          en cada época y a la inversa: las condiciones de las personas sordas en determinado
          momento revelan la historia más amplia de la sociedad en la que se ubican. Así, en el
          neoliberalismo se aprecian continuidades, pero también emergencias. El paulatino
          descenso de intervención estatal en las políticas públicas se ha correlacionado con
          el ascenso de otros grupos sociales cuyas demandas ocupan cada vez con más fuer-
          za la esfera pública. Demandas que, por cierto, no son precisamente nuevas, como
          tampoco muchas de estas identidades.









                                                147
   142   143   144   145   146   147   148   149   150   151   152