Page 217 - Más allá de la razón oyente digital digital
P. 217

Geografía Sorda




          de las prácticas de los asistentes, en este caso sordos. El tiempo de socialización se
          debe maximizar y extender lo más posible porque debía pasar al menos una semana
                                      99
          para volver a encontrarse ahí.

                 De acuerdo con la profesora, abiertamente el café prohibió la reunión de
          personas sordas. Físicamente quedó clausurado para la comunidad, pero todavía es
          recordado, pasando a ocupar un lugar en la memoria. Recientemente otros estable-
          cimientos similares han surgido como lugares de encuentro. En Starbucks comenzó
          a figurar notablemente, no sólo como lugar de encuentro entre personas sordas,
          sino como sitio ideal para enseñar señas, como ya he indicado. 100

                 Otra forma de socialización surge a partir de clubes en casas particulares.
          Jessica, una de las dos coordinadoras de IncluSor, me presentó con Federico, un
          adulto sordo reconocido entre la comunidad, perteneciente a una de las familias con
          varios miembros sordos, veintidós en su caso. Similar a Jessica, algunos miembros
          de COPESOR y Alicia que colabora con FEMEDESOR, Federico también trabaja en
          el gobierno de la ciudad. Ellos forman parte de un proyecto de inserción laboral de
          personas con discapacidad que se ejecutó aproximadamente hace cuatro años. 101

                 Agendamos una cita para entrevista, la cual se desarrolló en su domicilio. En
          contadas ocasiones realicé entrevistas en las casas de mis interlocutores. Federico
          está acostumbrado a recibir gente en su casa, aunque sobre todo sordos y algunos
          oyentes que suelen ser familiares de sordos e intérpretes. Aquel día que nos reuni-
          mos fue sábado por la tarde. Me asignó un horario concreto porque a cierta hora
          llegarían más personas sordas para convivir. Se trata de un club social. Este tema
          surgió en la entrevista. De hecho, hubo oportunidad de interactuar por un breve
          lapso con otras personas que paulatinamente fueron llegando. Principalmente adul-
          tos y adultos mayores, pero también jóvenes sordos. Ahí me encontré con Gustavo,
          un alumno del Centro Clotet que meses antes había entrevistado, su novia y otros

          99   De modo similar, Jorge señala que para los alumnos del Centro Clotet el no ir a la escuela no es una alegría sino un
              castigo porque separa a los alumnos de su comunidad. Algo similar comenta Armando sobre la congregación de Señas
              de Milpa Alta donde todavía le llama la atención que los sordos se saluden tan efusivamente cada fin de semana que
              se vuelven a ver. Estos fenómenos afectivos ponen de manifiesto cómo algunas personas sordas dividen su vida entre
              tiempos con la comunidad y tiempos con oyentes, incluida la familia.
          100   De hecho, las formas físicas de hacer comunidad en los cafés se entrecruzan con Internet. Por ejemplo, recientemente
              tres mujeres comenzaron a publicar a través de su página de Facebook llamada «EnSeñas con café» las pláticas que
              sostienen en algún café de Starbucks en Monterrey, Nuevo León.
          101   Los lugares de gobierno en los que se insertaron a laborar las personas sordas, podrían ser otros sitios potencialmen-
              te apropiados por la comunidad, pero las referencias con las que cuento sobre ese tema son escasas. Una de estas
              referencias, brindada por Alicia y Jessica es que las personas sordas no trabajan en un mismo lugar, sino que fueron
              repartidas en diferentes alcaldías.


                                                217
   212   213   214   215   216   217   218   219   220   221   222