Page 436 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Gabriel Tolentino Tapia
en términos generales ser indígena no significa precisamente portar un rasgo feno-
típico, en México la distinción sigue siendo palmaria, aunada a la cuestión indumen-
taria. De ahí que muchos sordos se identifiquen primero con los mestizos que con
los indígenas. Como señalaré, esta situación no ha eximido a determinados sordos
de reproducir el racismo, como parte de un fenómeno nacional que va más allá de
su comunidad. Además, se ha discutido la relación entre la cultura sorda y la cultura
nacional. A partir de un estudio etnográfico precisamente en la Ciudad de México,
Ramsey (2011) sugiere que los sordos se definieron primero como Sordos y luego
como mexicanos, lo que significa no desdeñar la cultura nacional. En este sentido,
una líder sorda afirma:
− ¿Qué diferencia hay para ti entre la cultura sorda y la oyente?
− (Risa) es todo un tema, otro día lo podemos platicar con más calma, pero desde mi punto de vis-
ta la cultura sorda es una subcultura porque nosotros vivimos aquí en México, lo que los oyentes
hacen nosotros también, por ejemplo, el día de la independencia nosotros también lo festejamos,
hacemos fiestas. Lo único que yo creo es el idioma que nos diferencia (Alondra, joven sorda).
Después de todo, la LSM apela a una nación y se circunscribe a su geografía.
Entre los pueblos indígenas, la relación con la cultura nacional cívica y patriótica
es ambivalente. Probablemente fiestas nacionales y símbolos patrios se impusieron
a la par que la religión, pero también hay signos visibles de resistencia frente a la
«patria del criollo». 202
En el segundo de los casos, los mestizos y los indígenas oyentes comparten
la condición auditiva (aunque vigorosamente mediada por el entorno espacial y cul-
tural) y la reproducción de lenguas orales. En términos sensoriales los indígenas
oyentes (que son mayoría) y los oyentes mestizos son más cercanos. Si acudimos
202 Ver: https://focostv.com/organizaciones-indigenas-el-15-de-septiembre-es-un-dia-de-duelo-para-los-pueblos-origina-
rios/ Las formas de lucha social también son distintas. Si bien algunos grupos indígenas se acoplaron a la política institucio-
nal, la crítica, resistencia y praxis también se da vigorosamente al margen del campo de negociaciones delineado por el Es-
tado, tratando de establecer otras reglas del juego y mecanismos de autodeterminación. Contrario a muchos movimientos
indígenas, los movimientos de discapacidad y de sordos tienden a apoyarse en las bases liberales del Estado, refrendando
el valor del sujeto como depositario o beneficiario de los derechos. Si bien algunas personas cercanas a la comunidad sorda
están convencidas de que los sordos deberían de recibir un trato similar a los pueblos indígenas por parte del gobierno, tam-
bién se reconocen algunas diferencias. Luego de un evento sobre educación bilingüe, un intérprete de señas y yo hablamos
sobre nuestras percepciones acerca de la actividad. Me señaló que, a diferencia de los pueblos indígenas que toman las
calles y las bloquean, los sordos se inclinan por la vía institucional. De hecho, para ese evento fui invitado por un líder sordo.
Me escribió un mensaje de celular en el que indicó que habría una «manifestación» en unas oficinas del gobierno federal.
Al parecer se difundió la idea de que se trataba de una manifestación y quizá los oyentes entendimos algo distinto con este
concepto, pues otra intérprete llegó y nos dijo: «qué pasó, pensé que ya habían cerrado la avenida». En realidad, el evento
estuvo programado con las autoridades y sucedió al interior de sus instalaciones. En términos económicos, de cara a las
posiciones de Díaz y Segato, sería necesario examinar de qué modos se relacionan las comunidades sordas alrededor del
mundo y sus luchas contra el neoliberalismo global.
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