Page 57 - Más allá de la razón oyente digital digital
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CAPÍTULO I
La trama de la razón oyente en Occidente
Lo que hay en el sonido son símbolos de las afecciones que hay en el alma, y la escritura es sím-
bolo de lo que hay en el sonido. Y, así como las letras no son las mismas para todos, tampoco los
sonidos son los mismos. Ahora bien, aquello de lo que esas cosas son signos primordialmente, las
afecciones del alma, son las mismas para todos.
Aristóteles, «Tratados de Lógica».
La finalidad de este capítulo es analizar cómo se ha conformado la razón oyente en
el curso de la historia de Occidente. Para realizar una tarea de tal naturaleza, es ne-
cesario examinar los distintos modos y contextos en los que las personas sordas han
emergido. Acudiendo a un conjunto de investigaciones especializadas en distintas
materias y a algunas fuentes historiográficas, se evidenciará que su presencia en la
historia está supeditada a los «hilos» en los que surgen a menudo como producto
de relaciones sociales, científicas, técnicas, pedagógicas y morales. Estos hilos de la
historia refieren a: 1) los sentidos y representaciones sociales que relacionan ver-
ticalmente la falta de audición con la mudez, la distancia con respecto de la cultura
escrita y con la ausencia de razón; 2) la instrucción y corrección de la palabra bajo
los cánones de la logopedia (corrección de la palabra oral); 3) el origen y desarrollo
de las lenguas de señas en vínculo con la visión religiosa acerca de la necesidad de
establecer un sentido moral de la vida; 4) los procedimientos científicos y médicos
para curar la «sordo-mudez», incluyendo la posición más drástica que corresponde
al pensamiento eugenésico y; 5) la invención de aparatos auditivos y el implante
coclear como tecnologías de la escucha y la oralidad.
En apariencia, estos hilos son independientes unos de otros. Cada uno ha
recibido distintos alcances o niveles de dedicación académica, pero generalmente se
estudian por separado. Mi objetivo es, entonces, ubicarlos teóricamente como parte
del desarrollo histórico y global de una vigorosa razón oyente. No es una suerte de
«conspiración» organizada y puesta en marcha en un solo acto para ejercer dominio
sobre los sordos. Por el contrario, es resultado de múltiples concepciones y prácti-
cas consumadas en contextos concretos, pero con capacidad de réplica, herencia y
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