Page 128 - Derecho humano a la cultura. Colecciones y coleccionismo
P. 128

Edna M. Bravo Luis



        Este recorrido por las memorias del Dr. Pietschmann dejan ver la facilidad con que
        la salida de piezas prehispánicas sucedía en un momento de auge para la arqueología
        mexicana en el que la participación de la población se vinculaba al aspecto monetario
        ante la presencia extranjera en el territorio y el valor colocado a las piezas, haciendo
        de su comercialización un ingreso económico eventual para los hogares; permitido
        además por el nulo control sobre las zonas de exploración, los hallazgos y quizá en
        las inexistentes medidas de seguridad en los medios de transporte que facilitaron su
        desplazamiento en y fuera del país.

        Al mismo tiempo, las décadas de 1960 y 70 representaron para México un momento
        clave en materia de protección y preservación del patrimonio cultural:


             En el ámbito legal, se emitieron leyes que tendieron a centralizar la gestión de
             los monumentos y prohibir -a distintos niveles- su exportación y venta. En la
             esfera pública, se impulsaron políticas culturales que difundían el patrimonio
             mexicano; se crearon y expandieron las colecciones de museos nacionales, se
             promovió el turismo externo e interno, y se asignaron una cantidad importante
             de recursos a la excavación y reconstrucción de monumentos. En paralelo, la
             creciente urbanización, que a su paso descubrió y afectó vestigios; la expan-
             sión e internacionalización del mercado de arte, que aumentó el volumen de
             antigüedades ofertadas; la transformación del alcance y clase de objetos que
             los museos y particulares comenzaron a coleccionar, y el creciente interés de
             ciertos contextos académicos y comerciales por culturas de latitudes antes no
             exploradas; provocaron que la destrucción de sitios, el robo y el expolio se acre-
             centaran. Hacia la segunda mitad del siglo XX, el saqueo arqueológico en Méxi-
             co se convirtió en una práctica frecuente, voraz, que destruyó innumerables ya-
             cimientos y obstaculizó el estudio de muchos otros. (Sumano, 2023, pp.13-14)


        Las consecuencias materiales, académicas e intelectuales de la pérdida de piezas son
        enormes. La falta de protocolos, mudanzas de edificios, fragmentación de acervos,
        diversidad de formas de registro, variedad de formas de catalogación, instalaciones



                                              128
   123   124   125   126   127   128   129   130   131   132   133