Page 137 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Construcción científico-estatal de anormalidad en la Ciudad de México
personas sordas, lo más cercano que se hace desde Teletón es proveer terapia de
lenguaje. La provisión de aparatos auditivos e implantes cocleares, que son los más
caros, sigue siendo una tarea del Estado. Aunque recientemente fundaciones de em-
presas transnacionales como la de Telmex han comenzado a participar en la dona-
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ción de aparatos auditivos.
Los cambios en términos institucionales sobre rehabilitación y educación
especial, se hallan de modo paralelo a diversos procesos locales y globales que des-
de los años noventa plantearon un nuevo escenario. De este modo, a partir de tal
década, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO) y la denominada Conferencia Mundial de Necesidades Educati-
vas Especiales realizada en 1994 en Salamanca, España, la educación giró hacia un
enfoque integrador desde el discurso de la inclusión (Pfister 2015; Ramsey y Quin-
to-Pozos, 2010). Es decir, desarrollar una política en la que, las ahora nombradas
personas «con discapacidades» se integraran a la llamada educación regular, evitan-
do los sistemas educativos paralelos (Zardel, 2010); la escuela sería la misma para
todos, al menos desde el punto de vista físico.
En este contexto, algunas escuelas que desde la segunda mitad del siglo pasa-
do se dedicaron a la educación exclusiva de personas sordas, sigan vigentes, como el
Instituto Pedagógico para Problemas del Lenguaje (IPPLIAP) o el Instituto Rosendo
Olleta (que desde 1999 se nombró Centro Clotet) bajo un nuevo enfoque bilingüe en el
que se privilegia la difusión y aprendizaje en LSM y el español (escrito, no oral) como
lengua secundaria. También en años recientes otras escuelas han surgido, ya no sólo
en el ámbito básico, en virtud de que los esfuerzos gubernamentales se centraron por
lo general en la escuela primaria y secundaria sin atender los niveles posteriores.
La educación bilingüe hoy es un tema álgido en el que las organizaciones de
personas sordas han tomado un papel central como actores políticos. Durante las
últimas décadas, procesos locales y globales han influido sobre las denominadas
políticas del reconocimiento desde diferentes ángulos: derechos humanos, disca-
pacidad, lenguas y no discriminación. Estos procesos se anclan a la visibilización
y a nuevas terminologías, en buena medida enunciadas desde los propios sujetos
afectados. Desde luego, tal visibilización y reconocimiento no constituye un proceso
espontáneo o natural.
55 De acuerdo con su página de internet, la fundación señala haber entregado, de la mano del gobierno, a la fecha 29 849
aparatos auditivos.
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