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Construcción científico-estatal de anormalidad en la Ciudad de México




                 Sin embargo, habrá que adelantar, la noción de discapacidad no ha causado
          hasta hoy la misma recepción entre los diferentes colectivos. Si bien las personas
          sordas han abrevado del movimiento de discapacidad, dado su potencial político,
          es común alejarse de la etiqueta por su origen médico, para acercarse más bien a
          los preceptos del multiculturalismo actual, en virtud del reconocimiento lingüístico
          y cultural que pretende ofrecer; fenómeno que se observa en diferentes países. En
          esta intersección, los estudios lingüísticos de señas fueron vitales para dirigir la mi-
          rada hacia un enfoque más cultural. En el capítulo VI habrá posibilidad de extender
          la compleja discusión entre discapacidad y comunidad-cultura Sorda de la Ciudad
          de México.

                 A la par de los movimientos sociales de personas con discapacidad, Brogna
          (2006) ha identificado cómo a lo largo de los últimos cincuenta años comenzaron a
          surgir a nivel internacional instrumentos jurídicos o legales, aunque no vinculantes.
          De este modo, en 1975 el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de Naciones
          Unidas promovió la Declaración de los Derechos de los Impedidos. En 1980 se plan-
          teó la Clasificación Internacional de la Deficiencia, la Discapacidad y la Minusvalía
          desde la Organización Mundial de la Salud. En 1993 la ONU enunció las Normas
          Uniformes para la Equiparación de oportunidades de las personas con discapacidad
          y en 2001 surgió la Clasificación Internacional de la Salud, la Discapacidad y el Fun-
          cionamiento, desde la Organización Mundial de La Salud.

                 Este compendio de documentos es reflejo en buena medida de los movi-
          mientos sociales que «desde abajo» se realizaban, aunque como se puede leer, im-
          peraba una mirada médica en algunos de estos. Los documentos también revelan el
          cambio de conceptos y definiciones hasta llegar al de discapacidad. Muchas de esas
          definiciones fueron adoptadas en su época desde las políticas e instituciones de sa-
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          lud, rehabilitación y educación que he descrito en este capítulo.  El punto álgido de
          las normativas se alcanzó en 2006 con la Convención Internacional de los Derechos
          de las Personas con Discapacidad.

                 A diferencia de los antecedentes citados, uno de los aspectos torales es el
          atributo vinculante de la Convención. En 2007 se abrió el periodo para su firma por
          parte de los países y en 2008 entró en vigor. Cabe señalar que la propuesta de una
          Convención ante Naciones Unidas se planteó desde la delegación mexicana en 2001.

          56   Por fuera, otros tantos habrían surgido en el seno de las sociedades como México: invalidez, capacidades especiales,
             capacidades diferentes, capacidades disminuidas y otras.


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