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Geografía Sorda




          de Jehová, ahí habría iniciado la tarea con relación a las personas sordas. Al menos
          eso pensaba inicialmente, aunque no fue así:

                Algunos de ellos (sordos) eran familiares de personas que asistían a las reuniones. Iban a la reu-
                nión y se traían a su familiar, pero lógicamente no entendían español, no escuchaban y a raíz de
                que algunas personas sordas asistían a las reuniones, fue que otros se interesaron en ellos y empe-
                zaron a hablarles, pero en su idioma y después estos que les ayudaban se volvieron sus intérpretes.
                Cuando se vio que había más que querían aprender acerca de la Biblia, esos intérpretes requirie-
                ron de ayuda. Entonces se formaron grupitos y ya después de ver que había grupitos sólidos fue
                que se tomó la iniciativa en los noventa de crear congregaciones para sordos, congregaciones de
                señas (en México) (Entrevista con Gilberto en Texcoco).

                 Rafael y Armando, ancianos de la congregación de Milpa Alta, no siempre
          participaron en una congregación de señas. A ambos, padre e hijo respectivamen-
          te, les hicieron la invitación de apoyar a la congregación y aceptaron, de tal suerte
          que se «mudaron» con toda la familia a la congregación de señas de Milpa Alta. Fue
          ahí donde tuvieron su primer encuentro cercano con las personas sordas hace seis
          años, aunque unos veinte años atrás recuerdan haber visto algo referente a los sor-
          dos y las señas:

                Hace veinte años, cuando empezaba, que aquí empezaba, fuimos a una asamblea al Estadio Az-
                teca de tres días y ahí veíamos que, en una tribuna, así como una filita, como de unos quince o
                veinte, ahí alguien estaba interpretando y nosotros: ‘mira, quién sabe qué están haciendo’. Fíjate,
                de una (asamblea) grande, ahora ya las tenemos sólo de puro sordo. Ahí nada más en un peda-
                cito (en el Estadio) ahí eran los sordos, que eran muy poquitos. De veinte años para acá, ya hay
                congregaciones enteras dónde es puro sordo… las asambleas se hacían en voz y ahí ponían en un
                rinconcito a los sordos, porque ni modo que para eso hicieran una asamblea nada más para ellos
                y ahora ya no, ahora hay asamblea de tres días de sordos (…) fíjate el crecimiento tan grande de
                20 años para acá de sordos, o sea la necesidad de cuántos sordos no hay (Entrevista con Rafael).


                 Si bien los Testigos de Jehová presentan una organización que en cada país
          y región es idéntica, así como los contenidos que se estudian cada semana en las
          reuniones, podría parecer que lo global se impone a lo local. Sin embargo, el caso de
          las personas sordas expresa cómo lo local influye en la configuración de lo global.
          La evangelización de personas sordas no fue una tarea programada en determinado
          momento desde la sede principal de los Testigos de Jehová, localizada en Nueva York.

                 Los antecedentes dispersos en diferentes momentos y regiones del mundo,
          supusieron una base que hoy ha permitido situar congregaciones de señas en los paí-
          ses donde los Testigos de Jehová tienen presencia, ya como un proyecto más consoli-


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