Page 198 - Más allá de la razón oyente digital digital
P. 198

Gabriel Tolentino Tapia




        ción. Diana me comentó que algunos profesores no sabían cómo actuar frente a los
        alumnos sordos: «una de ellas estuvo muy tímida, no sabía qué hacer, les prestaba
        mucha atención, hasta que uno de los alumnos sordos le comentó que no se preocu-
        para, que era trabajo de la intérprete saber cómo transferir el mensaje», esas fueron
        más o menos sus palabras. En cuanto a la experiencia previa de los intérpretes, va-
        rios han circulado por diversas escuelas que he citado. Por ejemplo, Diana, antes de
        integrarse a la UACM interpretó por lo menos en el IEMS y otra de sus compañeras
        venía de laborar en la Universidad Marista. Asimismo, intérpretes del Templo de San
        Hipólito han laborado en la Universidad Marista y transitado al IEMS.

               Es preciso señalar que los programas de posgrado en los que al menos se
        pueda contar con intérpretes de señas, son prácticamente nulos en la Ciudad de
        México. De hecho, podría ser el mismo caso a nivel nacional. Esto significa que con-
        forme avanza el grado académico, las instituciones se convierten en lugares latentes
        de exclusión. Los datos estadísticos del INEGI se correlacionan con esta afirmación
        si se toma en cuenta que al menos en 2020, del total de personas sordas en la capital,
        sólo cerca del 20 % tenía estudios después de la secundaria (aunque los datos no se
        desglosan entre los grados académicos ulteriores).

               En todos los niveles educativos las escuelas particulares se han convertido
        en una opción, sin embargo, constituyen una respuesta parcial por dos motivos. En
        primer lugar, están saturadas al igual que las públicas. En segundo lugar, no todos
        los alumnos tienen la posibilidad de pagarlas, aun cuando se otorguen ciertas becas.
        No menos importante es señalar que entre la comunidad Sorda a las escuelas se les
        adjudica, y terminan por reproducir, diversas connotaciones sociales y simbólicas
        de distinción no sólo en función del nivel académico, sino también del estatus, el
        prestigio y la clase social.



















                                             198
   193   194   195   196   197   198   199   200   201   202   203