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Geografía Sorda




          grupo es orientar a los alumnos porque todos los contenidos son en español. Asisten
          diariamente de 9 de la mañana a dos de la tarde. Además de las clases, tienen cursos
          de pintura y manualidades. Considerando que se trata de un programa para adultos,
          los alumnos tienen de 15 años en adelante.

                 El problema de escuelas en las que se pueda estudiar a través de la LSM se
          extiende a prácticamente los siguientes niveles escolares. En la Ciudad de México las
          opciones de bachillerato para personas sordas son contadas y más recientes que las
          de nivel básico (preescolar, primaria y secundaria). Las instituciones públicas (de
          gobierno) son el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP) III
          ubicado en Iztapalapa y el Instituto de Educación Media Superior (IEMS) en Iztacal-
          co. Además, están presentes los Centros de Atención a Estudiantes con Discapaci-
          dad (CAED). Se trata de sitios en los que convergen personas con distintos tipos de
          discapacidad y suelen instalarse al interior de las escuelas de bachillerato o educa-
          ción tecnológica ya consolidadas. Por lo tanto, al igual que las USAER y muchos de
          los CAM, no se concentran en personas sordas; son lo que Ángela suele denominar
          como «la licuadora».


                 Las escuelas a nivel bachillerato independientes del gobierno son: el Centro
          Clotet en la colonia Narvarte, FUNAPAS A. C. en la colonia Obrera, el Colegio London
          en Cuajimalpa y la Universidad Marista en Tláhuac, fundada por la congregación
          religiosa de los Hermanos Maristas, que cuenta con bachillerato y universidad para
          personas sordas. En términos generales, a diferencia de las escuelas de nivel básico,
          las cuales se centran en atender a niños sordos, las de bachillerato y universidad
          tienden construir un modelo en el que los alumnos sordos se integran a aulas con
          oyentes, por lo que suelen contar con intérpretes.


                 Jorge, profesor del Centro Clotet y coordinador de los intérpretes en el Tem-
          plo de San Hipólito, me comentó que hace unos diez años la única opción a nivel de
          bachillerato era el CONALEP III de Iztapalapa. En la actualidad las opciones se han
          diversificado. Quizá la más reciente sea la que se abrió en el IEMS donde Daniel, mi
          profesor de LSM en el Templo de San Hipólito, fue uno de los primeros estudiantes.
          Vale la pena referir como surge un «nuevo lugar sordo». Daniel había pasado por un
          CAM en su infancia y después estudió la secundaria en Clotet. Cuando decidió pasar
          al bachillerato, se inscribió al IEMS de Iztacalco donde se supone que había intérpre-
          tes de señas:




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