Page 195 - Más allá de la razón oyente digital digital
P. 195
Geografía Sorda
que las opciones no son muchas, la mayoría de estas se conocen, pero también son
evaluadas en función del prestigio de la institución y de la capacidad económica de
solventar el gasto, no sólo por lo que generalmente implica asistir a la escuela, sino
también porque en este circuito hay diversas escuelas que son privadas y requieren
de una colegiatura.
Por ejemplo, Sara, una joven colaboradora de IncluSor que tuvo oportunidad
de estudiar el bachillerato en la Universidad Marista, me comentó que una colegia-
tura mensual, sin ningún tipo de beca, cuesta cerca de los 8 000 pesos mensuales.
Dentro del IEMS que es una escuela pública, Daniel comenta que conforme ingre-
saron más alumnos, comenzaron los problemas porque los intérpretes eran insufi-
cientes. Esto se relaciona con que la institución no contaba con una planta de base,
teniendo que depender de otras entidades de gobierno:
Empezaron los problemas, después no todos los grupos tenían un intérprete y algunos sordos
se enojaron y pedían un intérprete. Obviamente necesitábamos un intérprete para cada grupo
y ahora es peor porque los intérpretes a veces no vienen por problemas de pago. Entonces ese es
el problema, algunos sordos se enojan porque necesitan que les interpreten las clases y luego los
intérpretes pues no explican muy bien los contenidos académicos… (entrevista con Daniel).
El comentario de Daniel sugiere que otro de los problemas sería la capacita-
ción de los intérpretes para el contexto en el que ejercerían sus servicios. Por ejem-
plo, Daniel comenta que uno de los intérpretes confesó no estar suficientemente
preparado en la materia, pero era bueno con las matemáticas, de modo que Daniel
y sus compañeros lo respaldaron. Él fue uno de los pioneros sordos en el IEMS de
Iztacalco en 2016, cuando ingresó.
Actualmente la oferta de bachillerato se ha diversificado: entre escuelas par-
ticulares y de gobierno, laicas y de orientación religiosa, en sistema escolarizado y
abierto, para jóvenes o para adultos que no pudieron estudiar anteriormente, sin
embargo, a mi parecer sigue siendo limitada y como reitera Mariana, no hay un pro-
yecto federal de educación para sordos en todos los niveles educativos y estados de
la república. En cambio, como reconoce Diana, quien lleva varios años interpretando
dentro y fuera del sistema escolar, lo que parece suceder, es un conjunto de acciones
institucionales en el ámbito educativo pero aisladas, salvo algunas excepciones. Lo
que las vincula son las trayectorias de los alumnos quienes a lo largo de sus vidas
recorren dichas instituciones.
195

