Page 498 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Gabriel Tolentino Tapia




        está tratando ya en ese mismo instante de convencer sobre la potencialidad de un
        idioma señado capaz de emplearse para entablar cualquier tipo de comunicación,
        incluyendo esferas particulares como la política. Esto equivale a tratar de colocar a
        la LSM en el marco oficial de las lenguas habilitadas para las discusiones públicas y
        políticas, como quedó claro en pasadas épocas electorales en las que distintas per-
        sonas sordas aparecieron como candidatas.

               En ese contexto, el programa de En Traducción tomó la oportunidad de rea-
        lizar una transmisión para dar a conocer a quienes se estaban postulando a alguna
        candidatura, especialmente diputaciones locales, en distintas entidades federativas
        del país. Al entrevistar a una candidata, el presentador del programa aprovechó
        para señalar que aún existen oyentes que no creen en la equiparación lingüística
        entre la lengua de señas y el español. Completó este mensaje invitando a no dar
        comunicados o entrevistas de modo oral. Al ocupar los espacios de comunicación y
        hacerlo por medio de la LSM, se estaba aprovechando para visibilizarla.

               Con la decisión de presentarse y comunicar única y exclusivamente a través
        de las señas, lo que se está buscando es proyectar y refrendar la imagen deseada de
        lo que significa ser una persona sorda, según las convicciones y compromisos asu-
        midos por quienes se presentan y toman la representación de toda una comunidad
        frente al gobierno. Esta persona sorda es, pues, aquella que ostenta y pone en prác-
        tica un idioma señado considerado válido. 230

               Schechner (2000) señala que el performance posee la cualidad de reactua-
        lización, es decir, de repetición o reiteración sin límite. En este sentido, la puesta en
        marcha del acto señado, una y otra vez, abre la posibilidad de instaurar su sedimen-
        tación y validez. Por esta razón, a quienes ocupan cargos de representación pública
        de la comunidad, les parece importante refrendar la comunicación por medio de la
        lengua de señas. Desde luego, esto no significa que en el plano privado no crean en la
        cualidad comunicativa de las señas. En el ámbito privado y comunitario la LSM está
        legitimada, pero es necesario esforzarse por la apropiación del espacio público y
        reiterar a través de su uso, hasta no dejar duda, que la lengua de señas es un idioma
        a nivel de las lenguas orales, de modo tal que pueda naturalizarse en ámbitos como

        230   Además, en los contextos de discusión con representantes del gobierno es común que se cuente con la figura de
             intérpretes de señas, aunque evidentemente quien emula la conversación es la persona sorda. Quienes interpretan son,
             de hecho, actores que forman parte del performance que pretende mandar otros mensajes al público: por ejemplo,
             con su presencia también se está poniendo a discusión la solicitud del derecho mismo a la interpretación en temas
             de interés público.

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