Page 318 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Gabriel Tolentino Tapia




        Supone que luego de anunciarles que es sorda, comenzaron a distanciarse. Lo mis-
        mo le ha sucedido en situaciones donde conviviendo con desconocidos, al enterarse
        de que es sorda, terminan de dirigirle la palabra. Enseguida Ángela le respondió que
        el alejamiento tiende a suceder por ignorar lo que significa ser sordo y frente a esa
        vicisitud los sordos tienen una misión en este mundo: «al-fa-be-ti-zar a los oyentes».
        Esto es, recordarles una y otra vez, cada que sea necesario, que la diferencia entre
        humanos es parte de nuestra esencia.

               En el mismo sentido, para Ángela implica anular la presentación de las per-
        sonas sordas en contextos oyentes bajo un cariz indulgente: «perdón, soy sordo»,
        así como crear las condiciones para comunicarse efectivamente con los oyentes:
        «soy sorda, háblame de frente y sin necesidad de gritar», siempre sugería Ángela
        esta forma de presentarse. 145  Ser postlingüista, más aprender lectura labiofacial,
        constituyen dos técnicas que facilitan la comunicación con los oyentes, aunque es-
        pecialmente ésta segunda no siempre se encuentra habilitada en todas las personas
        por distintos motivos (orgánicos, sensoriales, pedagógicos, ideológicos, económicos
        o políticos). En el último capítulo me ocuparé de este tema. Nuevamente acudien-
        do a la publicidad que gira en torno a los aparatos auditivos e implante coclear, se
        asevera un discurso en el cual ser sordo significa aislarse. Al parecer Olivia estaba
        pasando por esa situación, cada vez más distante de sus familiares y extrañando la
        conversación con ellos. Sin embargo, la publicidad que vincula mecánicamente ser
        sordo con aislamiento, asume que se trata de una responsabilidad y problema unila-
        teral que recae en quien no comparte el sentido de la audición con los demás. Dicho
        sea de paso, el aislamiento desencadena otra serie de emociones y estados de ánimo
        negativos.


               Hace un par de décadas Oliver (1990) propuso la «teoría de la tragedia per-
        sonal» para dar cuenta sobre cómo la discapacidad se concibe a modo de problema
        individual que recae en quien la vive. Según sus circunstancias, el sujeto con disca-
        pacidad es percibido socialmente como un ser que habita el infortunio. Dado que el
        problema es suyo, será él quien deba re-adaptarse a la sociedad. Entre las personas
        sordas el re-acoplamiento se verifica a través de sus esfuerzos por oír, comunicarse
        oralmente y leer los labios, sean personas sordas postlingüistas o de nacimiento.



        145   En tono irónico y sarcástico, hace algunos años surgió un grupo con página de Facebook, cuyo nombre es «perdóname
            por ser sordo». Acudiendo a los populares memes, la página muestra algunas de las situaciones a las que cotidianamente
            se enfrentan los sordos.

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