Page 317 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Experiencias com-ún-itarias de iniciación en las señas
distintos dominios con presencia de sordos laicos.
Dejar de pedir perdón y al-fa-be-ti-zar a los oyentes. Perder la audición y
aprender un nuevo idioma, constituyen complejos procesos en los que se distingue
un vigoroso componente afectivo y emocional, como ya señalé. Además de las an-
gustias entre familiares oyentes, el aburrimiento a la hora de convivir con oyentes
y la felicidad entre sordos que aprenden LSM, se presenta el sentimiento de «ex-
trañar» la lengua oral, particularmente entre algunos sordos postlingüistas, como
Olivia que nació siendo oyente. He descrito que durante su juventud comenzó a per-
der la audición y tiempo más tarde comenzó a tener interés por la LSM hasta que
comenzó a estudiar, sin embargo, el proceso no ha sido sencillo.
Entre otras cosas, volverse sordo implica, hasta cierto punto, irse despidien-
do de los sonidos y de las voces de las personas con quienes se ha establecido algu-
na relación afectiva. Algunos sordos postlingüistas declaran que poseen memoria
auditiva, lo que les ha permitido sostener un enlace subjetivo con el mundo oyente:
«por ejemplo, estoy dormida y empiezo a oír las canciones que oía o por ejemplo
cuando veía películas de chica y las veo ahorita, se me van poniendo en la memoria
los ruidos, la voz», señala Miriam.
Aunado al recuerdo sonoro, entre algunos sordos postlingüistas el habla
con oyentes comenzó a difuminarse, hasta el punto de añorar esa interacción: «lo
que más extraño es hablar con la gente y sí me gusta estar con los sordos, trato de
estar con ellos, hablar lengua de señas conocerlos y todo eso, pero sí extraño la
comunicación con los oyentes» (Olivia). A diferencia de Olivia, Miroslava es sorda
de nacimiento; declara que luego de comenzar a practicar la LSM, tuvo confusiones
con el español que previamente había aprendido, pero se sintió a gusto con el nuevo
idioma y con la interacción social que se le estaba habilitando. Miroslava se estaba
encontrando con su esencia comunicativa. Por el contrario, Olivia estaba distancián-
dose del mundo comunicativo en el que nació y al mismo tiempo estaba procurando
acercarse a un contexto sordo que todavía le parecía poco familiar.
Para otros sordos postlingüistas, sin embargo, su condición no implica en
absoluto renunciar a sus relaciones con los oyentes. En IncluSor, como he indicado,
además de aprender señas, los sordos postlingüistas se sirven de la experiencia de
Ángela y de Jessica para abrirse paso. Durante una de las sesiones del curso de con-
versación, mi compañera Olivia comentó que varios de sus familiares se han alejado.
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