Page 329 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Socializaciones, politización y desencantos biográficos
dres asociados con la incertidumbre. Estos sentimientos pueden extenderse incluso
tiempo después de comenzar a involucrarse en este nuevo «mundo». Para Selma
el evento de San Luís Potosí fue una suerte de «open mind» como ella menciona.
Aunque en esa ocasión su hijo, que era muy pequeño, no asistió, ayudó a redimir
«muchos miedos». El cambio de perspectiva influiría vigorosamente sobre el curso
de vida tanto de Noé como de Selma y Joaquín.
Con el paso por distintas instituciones, algunas relaciones se hicieron más
afectivas, al grado de que se volvieron compadres de una profesora que estaba en
USAER. Ella les informó acerca de una escuela para sordos ubicada en la Ciudad de
México: el IPPLIAP. Luego de la noticia, comenzaron a acudir con regularidad a los
cursos que esta escuela ofrece anualmente, aunque están dirigidos principalmente
a profesores. Ahí conocieron a otros padres y madres de familia en situación similar
a la suya. Por esa época Noé ya había pasado a primero de primaria en el CAM.
Sin embargo, al notar que no había mucho avance en el aprendizaje, comen-
zaron a evaluar la posibilidad de inscribirlo en el IPPLIAP, lo que implicaría mudarse
a la Ciudad de México. En ese momento todavía no se habían graduado de la licencia-
tura en biología. El tema de la familia extendida era un asunto complicado porque en
la capital no contaban realmente con redes de apoyo y su familia de Oaxaca no estaba
de acuerdo con que migraran. Por otro lado, en el IPPLIAP les comentaron que sólo
lo podrían recibir hasta tercero de primaria porque después sería más complicado
nivelar su condición académica. Pese a las discrepancias con la familia, a la falta de
redes de apoyo y empleo, decidieron que sí se cambiarían de domicilio. Durante
estos preparativos Selma tuvo conocimiento de las becas de posgrado que oferta el
Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT). 150 Selma
fue aceptada en un programa, comenzó a hacer un propedéutico y después llegaron
Joaquín y Noé. Selma estudiaba, Joaquín se estaba preparando con más cursos de
señas y Noé ingresó al IPPLIAP en 2015 a la edad de 6 años.
Aun cuando algunas personas trataron de persuadirlos acerca de que se que-
daran en Oaxaca y que estudiara en una escuela de oyentes, Selma señala una clari-
dad que estaba guiando sus decisiones: «lo que queremos para nuestro hijo es que
tenga identidad… lo demás de todos modos le va a costar donde esté, pero queremos
que él se sienta parte de una comunidad». Aunado a la intencionalidad de hacerlo
150 Antes Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT).
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