Page 261 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Experiencias com-ún-itarias de iniciación en las señas
y de sordos. Ilse (15 años aproximadamente) y Jazmín (6 años aproximadamente)
cuentan con unos padres que realmente muchos sordos desearían tener.
Pese a las facilidades lingüísticas que Eduardo y Roxana han brindado a sus
hijas, el peso de la «razón oyente» también se ha dejado sentir a través de la familia
oyente extendida. Roxana recuerda que cuando nació su primera hija, sus padres
tenían dudas sobre si su nieta sería sorda también. Al confirmar que sí lo era, los
abuelos se sintieron afligidos y decidieron ofrecer ayuda buscando la posibilidad de
que a Ilse se le colocara un implante coclear, pero Roxana rechazó el apoyo. Tenía la
convicción de que su hija iba a ser sorda y se comunicaría por medio de la LSM:
La primera vez, el nacimiento de Ilse, siempre soñaba que seguramente iba a ser sorda y mi
esposo no creía que pudiera ser sorda. Siempre soñaba comunicarme en LSM y ya cuando nació
nos dimos cuenta de que era sorda porque no respondía a los ruidos, gritos o azotar la puerta. Le
hablábamos y nada y no se despertaba. Fue muy emocionante porque fue la primera integrante
de la familia sorda ¡estaba muy feliz! (Roxana)
Yo igual estaba muy feliz, sabíamos que habría buena comunicación en LSM. Es diferente porque
muchas veces en familias oyentes la primera vez cuando nace alguien sordo, la familia a veces
no entiende, se sienten nerviosos, cómo comunicarse y siempre quieren ir al médico, a buscarle
aparatos o implante coclear, pero la familia debería saber que no es ningún problema, pueden
comunicarse en LSM (Eduardo).
Durante uno de los programas de «En Traducción» que se transmite por inter-
net y es conducido por sordos, se llegó a tratar el tema anticipado por Eduardo y Roxa-
na. Uno de los panelistas invitados, líder Sordo de la comunidad, expresó haber vivido
en una familia de sordos, incluidos padre, madre y hermana. Reconocía que la mayoría
de los sordos yacen en familias oyentes, lo que no se reduce a un asunto estadístico,
dado que se presagian relaciones donde la comunicación falla y los miembros sordos
son relegados, sin saber qué sucede dentro del hogar. En su caso, aun formando parte
de una familia con integrantes sordos, la situación tampoco siempre fue sencilla.
Durante su participación en el programa de En Traducción fue animado a
compartir su experiencia de vida. Su edad era aproximadamente de 40 años. Señaló
que junto a su hermana fue adiestrado en el español y en las señas. Sus padres, aun-
que sordos, los llevaron al INR y también al IMAL para recibir terapias de audición y
de lenguaje, sin embargo, resultaban caras. También les colocaron aparatos auditi-
vos que resultaban molestos, además a él le generaban infecciones por el sudor que
producían al contacto con la piel.
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