Page 310 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Gabriel Tolentino Tapia




        también hubo oportunidad de apreciar la manifestación de cambios de vida según
        la experiencia de los jóvenes sordos:
             Antes nos invitaban a las fiestas donde se tiran cohetes, fiestas católicas y luego nos sacaban ya
             borrachos, me enojaba, yo era agresivo y golpeaba. Tomaba vino, cerveza, a veces nos peleába-
             mos y mi mamá se enojaba (…) cuando yo vine a trabajar aquí al mole a San Pedro, Guillermina
             (una integrante de la Congregación) vino y me encontró, yo estaba trabajando en el mole con
             el jefe y Guillermina vino y me enseñó un papel y me dijo que ella era Testigo de Jehová. Yo le
             pregunté: «¿Cuántos kilos de mole quieres?» y Guillermina vio que yo era sordo y me dijo: «¿dón-
             de está tu casa?, ¿a qué hora puedo ir?» pero yo no sabía que quería (…) fue a donde yo vivía y
             después me invitó aquí. Vi que era algo raro, no sabía qué significaban las cosas y Jesús igual era
             sordo igual que yo. Había más sordos igual que yo sentados viendo (la Reunión) y yo pude apren-
             der y cambiar poco a poquito (Paúl).

               Este pasaje permite observar varios de los fenómenos. Primero, aunque no
        lo hace mecánicamente explícito, Paúl delinea un «antes» y un «después» de encon-
        trarse con los Testigos de Jehová. El cambio se interpreta en función de su vida an-
        terior ligada al alcohol, las fiestas y las peleas. Segundo, esta vida pasada se liga a su
        estancia en Veracruz, pues es su madre quien le llamaba la atención y ella reside en
        dicha entidad federativa. El encuentro con los Testigos de Jehová sucedió luego de
        migrar a la Ciudad de México. Tercero, al inicio de sus encuentros con Guillermina,
        no entendía mucho de lo que ella trataba de comunicarle. Cuarto, le llamó la aten-
        ción que en el Salón del Reino hubiera más personas como él. Finalmente, concluye
        en que comenzó a aprender y a cambiar poco a poco. El aprendizaje pudo ser simul-
        táneo: lingüístico y de orientación según los preceptos morales del grupo religioso.
        Manuel también tuvo oportunidad de narrar que anteriormente solía beber alcohol
        en su casa y tenía un mal carácter, pero después pudo hacer un cambio a partir de
        que se integró a la Congregación:

             − A mí me gustaba tomar, tenía como 29 años y yo tomaba en mi casa, tomaba y tomaba. Me
             tocaban la puerta y yo estaba tomando siempre y después puede cambiar. Hasta los 32 años más
             o menos ya cambié, dejé de tomar a los 32 años. Yo me enojaba, pero poco a poco fui dejando de
             tomar. Pensé que era algo peligroso porque me enojaba y ya mejor lo dejé. Los Testigos de Jehová
             me enseñaron y empecé a cambiar (Manuel).
             − Antes Manuel era muy feo, se enojaba mucho, era muy mandón, muy valiente, ahorita ya no:
             es manso, suave, le pueden pegar y dice que está bien, era muy macho (risas) (Jesús).

               Durante la misma entrevista colectiva, Jesús recalcó que al inicio de sus vi-
        sitas, Paúl y Pablo acudían con el cabello largo, desarreglados, con pantalones de
        mezclilla, playera y tenis. En cambio, ahora vestían de traje, con camisa, corbata,



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