Page 359 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Socializaciones, politización y desencantos biográficos
ha sido demandante, comenzó a darse tiempo para explorar la lengua de señas y la
comunidad.
Cuando concluyeron las actividades en la asamblea legislativa Distrito Fede-
ral, buscó otro curso y se inscribió en los que venía ofreciendo un sordo cuyo nom-
bre es Ismael a través de su organización. Ahí tomó los niveles básico e intermedio.
Paralelamente comenzó a tener más contacto con los integrantes de COPESOR, a
quienes conoció en la asamblea legislativa del Distrito Federal. Con ellos también
comenzó a asistir a los cursos de señas que impartían. Asimismo, en el curso de la
asamblea legislativa hizo buena amistad con Brenda, una intérprete de señas. Reco-
noce que en aquella época no tenía aún buen dominio de las señas, pero la conviven-
cia le estaba permitiendo adquirir confianza.
Recuerda que desde su trabajo también tuvo incentivos. Su jefe comenzaba
a reconocerla como persona con discapacidad. Deduzco que las inquietudes expre-
sadas por Jessica, más cuestiones de visibilidad social y política de la discapacidad,
estaban influyendo en la perspectiva que su jefe estaba adquiriendo. Es así como él
comenzó a pedirle trabajos sobre los sordos, dado que Jessica se ha desempeñado
en el ámbito de la comunicación y la edición. Aunado al vínculo que establecía entre
lo laboral y su condición, más su inserción decidida en la comunidad, estaban pro-
vocando cambios importantes en su vida:
Ya era señante, pero no era una señante de muy desenvuelta, pero yo ya estaba fortaleciendo mi
identidad sorda señante y yo estaba en mi lucha por ser parte ya de la comunidad sorda. Digo en
mi lucha porque no es una cosa fácil. Se fue convirtiendo en una faceta de mí que empezó a ser cada
vez más importante en mi vida. Empezó a ganar fuerza en mi interior como persona, porque ya
impactaba en mi trabajo, en mi relación con mi familia impactaba, en mis amistades, empezó como
una transformación de mi vida… (Jessica).
Parece ser que no había vuelta atrás; en poco tiempo Jessica extendió sus
redes sociales al interior de la comunidad y al mismo tiempo comenzó a mostrarse
a los oyentes como «sorda» y no como alguien que «no oía». Si bien no abandonó
el uso de la voz y la lectura labiofacial, en tanto que «capitales comunicacionales»
necesarios para subsistir en un mundo oyente y oral, comenzó a integrar vigorosa-
mente las señas como parte de su acervo lingüístico:
Cuando empecé a aprender LSM ya no la solté. Eso fue una ventaja muy grande para mí porque
aparte de tomar cursos, empecé a aprender conviviendo con personas, eso es lo que hace la diferencia
de sólo tomar cursos (…) resulta que sí puedes comunicarte y que sí vas entendiendo lo que te dicen
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