Page 360 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Gabriel Tolentino Tapia
con lengua de señas y ese esfuerzo hace que te vayas volviendo más hábil para comunicar y para
entender. Sigo aprendiendo, siento que en cualquier ámbito uno va aprendiendo más y más, pero
ahora yo puedo comunicarme con personas que hablan LSM, digamos puedo comunicarme muy
bien… (Jessica).
Jessica pone de relieve un tema brevemente abordado en el capítulo ante-
rior: la desconfianza o escepticismo de padres y de madres de familia acerca del
potencial de la lengua de señas para comunicar. Se entiende que ella tampoco había
depositado mucha confianza en las señas, al menos inicialmente. Después se perca-
tó sobre la posibilidad de entender y darse a entender a través de las manos y los
gestos. La «seguridad lingüística» fue de la mano con la transformación identitaria,
pues Jessica reconoce que el elemento más importante de la comunidad y la cultura
sorda es su lengua:
Respecto a cómo me sentía yo con el español y leyendo los labios, usando mi voz y luego comunicán-
dome con lengua de señas: si es como una transformación de tu vida, porque tú cuando vives en el
mundo de los oyentes, tú sabes que tú eres diferente, qué tú eres sorda, tú eres sordo, pero… debes
de funcionar dentro de ese mundo oyente. Tú te esfuerzas por leer los labios y porque se aclare tu voz
al hablar, pero tú sabes que tú no eres oyente, que tú tienes una discapacidad, que no puedes hablar
por teléfono. Tú vas compensando hasta donde puedes esa pérdida auditiva, pero cuando ya usas la
lengua de señas, ese usar la lengua de señas es… quizá el elemento más fuerte de la comunidad sorda
y de la cultura sorda. Entonces tú ya te sientes parte de esa cultura, te sientes parte de esa comuni-
dad y también por eso tu identidad se vuelve fuerte como sordo, sorda. Antes, antes mi familia y yo
misma, yo acostumbraba a decir: «no oigo» pero mi familia no decía: «no oye» sino «no oye bien»,
entonces de ese «no oigo» a «soy sorda» es un paso muy grande (Jessica).
Años antes de comenzar a aprender señas, a finales de la década de los
ochenta, Jessica acudió al INCH para recibir terapias de lectura labiofacial. En ese
contexto conoció a Ángela, quien también se desempeñó como terapeuta en aspec-
tos como el uso de la voz. Con el paso del tiempo hicieron y fortalecieron su amistad.
Aunque en varias ocasiones Ángela se ha mudado a vivir a otros países, específica-
mente de Europa, la relación se mantuvo.
Además de la entrevista, tuve la oportunidad de conocer el relato de vida de
Jessica por medio de un evento. Alas de las Artes es una asociación coordinada por
personas sordas, cuyo objetivo es promover la lengua de señas y, como su nombre
lo indica, también algunas expresiones artísticas como el cine. 161 Una de sus acti-
161 Su representante principal es reconocido como uno de los primeros directores de cine. En junio de 2019 presentaron
como asociación en el Centro Cultural de la UNAM su primera película titulada «No hay límites» en formato de corto-
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