Page 380 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Gabriel Tolentino Tapia




        iniciales de ocultamiento y camuflaje; 2) la formación de una organización con una
        imagen; 3) la apelación a la condición de «discapacitados» y su vínculo con medidas
        de tipo asistencial; 4) los probables acuerdos extrainstitucionales y; 5) la influencia
        del cambio de época marcado por las políticas del reconocimiento: derechos huma-
        nos de personas con discapacidad, no discriminación y derechos lingüísticos.

               Hay tres dimensiones de derechos de personas con discapacidad que, para
        objeto del presente análisis, deseo subrayar: el derecho al empleo, el derecho a la
        accesibilidad de orden espacial y el derecho a la accesibilidad en términos comu-
        nicativos. Se entiende que, al partir de una visión integral, los citados derechos se
        interceptan unos a otros y deben cumplirse al mismo tiempo. No obstante, si la le-
        tra del derecho no alcanza a materializarse, surgen otros escenarios. 165  Cuando las
        personas con discapacidad, incluidos los sordos según el enfoque de derechos hu-
        manos, son excluidas sistemáticamente del mundo laboral formal (situación que a
        menudo comienza con el desigual acceso a la educación escolar) tienden a buscar
        alternativas por cuenta propia. De esta manera son proclives a ubicarse en lo que se
        denomina como «economía informal» según la perspectiva hegemónica y normativa
        del Estado. A su vez, para insertarse en este mundo laboral, será necesario hacerse
        de un «lugar» no sólo en términos espaciales, sino también políticos y simbólicos.

               El resultado de la ecuación es la puesta en marcha de una actividad laboral
        por cuenta propia clasificada como «informal» por lo que representa en términos
        de ocupación de un espacio físico prohibido para ello y por situarse al margen de
        las políticas de recaudación fiscal y seguridad social, entre otras. Evidentemente,
        las personas con discapacidad en general y sordas en particular, forman parte de un
        sector social «informal» mucho más amplio. No obstante, las vías de acceso y per-
        manencia en el «lugar» físico y sociopolítico «informal» tienden a ser distintas y es
        ahí donde emerge la experiencia de los vagoneros sordos.

               En principio, cabe recordar que el proyecto del Metro comenzó durante la
        segunda mitad del siglo XX, una época marcada por el crecimiento demográfico ex-
        ponencial, la presión sobre las zonas urbanas, especialmente la capital del país, y la
        industrialización. Sin embargo, como sostiene Serna (2020), al poco tiempo de que
        empezó a funcionar la primera línea en 1969, sus instalaciones comenzaron a ocu-

        165   La Convención de los derechos de las personas con discapacidad se compone de 50 artículos, en los que se aborda la
            inclusión en contextos como el educativo, de salud, laboral, las artes, el deporte, la vida pública y política, entre otros. En
            el mismo documento se pone de relieve que los Estados-parte deben garantizar los derechos de acceso a los contextos
            citados de modo integral, no parcial o intercambiable.


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