Page 385 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Relaciones con el Estado, espacio público y
sentidos sobre ser sordos en cuatro grupos
Nosotros hacíamos estos pequeños dibujos (señala el emblema del grupo compuesto por dos abe-
jas ubicadas a los costados de un vagón del Metro y justo abajo una oreja. Todo dentro de un
corazón. A su vez, sobre el corazón se alcanza a leer: «vagoneros sordos del Metro línea 3») y
escribimos un mensaje al frente de la playera (que dice en grande: «No oigo pero veo, no escucho
pero comprendo y en mi silencio hay amor; tan sagrado es tu dinero como sagrado es mi trabajo»)
y en la espalda el abecedario de señas. Primero tuvimos un color de playera y luego otros. Siempre
hemos usado este logotipo (el de las abejas y el vagón del Metro) y ya los policías nos reconocían
(José, entrevista colectiva).
La playera posee un carácter didáctico, en virtud de que la parte trasera en-
seña a los transeúntes cómo son las configuraciones del abecedario en lengua de
señas. Además, sobre el hombro izquierdo descansa el logotipo de una oreja con un
letrero debajo que dice «discapacitado». En el hombro derecho están colocados la
bandera de México y abajo el logotipo del gobierno de la Ciudad de México. Es su-
gerente el hecho de que, a su modo, tanto las playeras empleadas en las líneas 3 y 9,
hagan alusión a la condición fisiológica de discapacidad a través de la oreja (con una
línea diagonal atravesada en los vagoneros de la línea 9) y la palabra «discapacita-
do», pero también a la identidad lingüística por medio de las manos y las señas.
Es preciso abrir un paréntesis para señalar que existe una diferencia notable
entre «persona con discapacidad» y «discapacitado». El primer término se despren-
de de los denominados modelos social y de derechos humanos de la discapacidad,
los cuales ponen el énfasis en el contexto socio-espacial y su influencia en la pro-
ducción de discapacidad. Por lo tanto, es considerada como una condición social
que puede variar en función de las posibilidades de acceso a condiciones de igual-
dad. Actualmente «persona con discapacidad» es el término políticamente acepta-
do. La expresión discapacitado, por el contrario, deposita en el sujeto la carga de la
desigualdad social a la que constantemente se ve sometido por efecto (justificación
social) de su condición corporal. Discapacitado pareciera ser, pues, una condición
naturalizada y ontológica. En este sentido, las playeras de los vagoneros apelan al
segundo sentido descrito de la discapacidad.
Ahora bien, de igual modo es preciso indicar que los vagoneros sordos de
la línea tres emplean una sola seña para discapacidad. No existe, de hecho, al pare-
cer en toda la comunidad Sorda, una seña distinta para «discapacitado» y otra para
«persona con discapacidad». Si se quisiera hacer la distinción, entonces habría que
efectuar la seña de discapacidad y la de persona o personas, pero los vagoneros
únicamente hacían la seña de discapacidad. Por el sentido en el que acuden a esta
seña y el contexto en el que la emplean, además de la referencia escrita en su pla-
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