Page 400 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Gabriel Tolentino Tapia




        y social (por ejemplo, una posada previa a Navidad, algún aniversario para la comu-
        nidad sorda o cumpleaños), sin olvidar los momentos de ocio y las pláticas casuales
        dentro y fuera del inmueble. En términos generales, la lengua de señas está presente
        en toda la jornada dominical para la reproducción del ritual religioso y la circulación
        de las creencias, la socialización y su difusión o enseñanza para oyentes y sordos.

               De manera extendida, si se considera al Centro Clotet, la lengua de señas se
        pone a disposición para la formación escolar. En el Templo de San Hipólito y en el
        Centro Clotet la lengua de señas constituye algo más que un producto de la cultura
        creado para comunicarse: permite la producción y reproducción de sentidos cul-
        turales y simbólicos, constituye un emblema de identidad muy similar a los otros
        grupos protagonistas del presente capítulo. Dado que las señas se extienden a los
        oyentes por medio de cursos tanto en el Centro Clotet como en el Templo, Salvador
        considera que es necesario hallar un fin a dicha actividad:

             Para nosotros es importante el objetivo de ellos de aprender porque finalmente si aprendes una
             lengua es porque las vas a poner en práctica o vas a meterte al mundo de esta comunidad de sor-
             dos. La doctora lo tiene muy claro porque le llegan sordos y no sabe cómo comunicarse, es nuestra
             vecina. La mayoría lo tiene claro, pero otros no, sólo quieren aprender y ya me llamó la atención.
             A ellos se les pide que tengan más acercamiento con las comunidades de sordos (en plural), que
             vayan a San Hipólito. Que le encuentren una finalidad, como cualquier idioma que estudies. Aquí
             estos cursos abrirán especialmente para los papás de los sordos para que quieran esa lengua, ahí
             está como que muy puntual porque tienen un familiar (Salvador).

               Asimismo, las percepciones acerca de lo que significa ser sordo se encuen-
        tran ligadas al reconocimiento de las señas como eje estructurador de una identidad
        y el derecho a la educación, sin dejar de lado la concepción religiosa:
             Empezamos a ver que la catequesis o enseñar a los sordos cuestiones religiosas, debes de dárselas
             de una forma más digerida, mucho más sencilla y que no se quedaran solamente con esa parte tan
             de tradición, de rezar, de aprenderte oraciones y de venir aquí, no. Debes de darles un encuentro
             más cercano con ese Dios que es amor, que es el Dios que te quiere. Seas ciego, seas sordo, seas
             cojo, seas con síndrome de Down, no importa, Dios así te quiere y lo importante es que entiendas
             que nosotros también te queremos aquí… (Jorge, coordinador de intérpretes del Templo de San
             Hipólito).

               Ubicados los sordos junto a quienes tienen otros tipos de discapacidad, la
        condición fisiológica no impide el acercamiento a Dios y el amor desde él, incluyen-
        do la posibilidad de comunicación, como se leyó en la cita extraída de los Misioneros
        Claretianos. En el Templo de San Hipólito se sabe de las referencias a los sordos en


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