Page 401 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Relaciones con el Estado, espacio público y
                                  sentidos sobre ser sordos en cuatro grupos



          La Biblia. Zara, intérprete de señas, coordinadora de los cursos de LSM e hija de sor-
          dos, ha escuchado que en las misas los padres han hecho alusión a las «curaciones»
          del oído y del habla oral que Jesucristo realizó a sordos. Aunque, frente a algunos
          imaginarios, reconoce que por ser sordos «ya tienen la puerta del cielo garantizada
          o… son los angelitos».

                 En el Templo de San Hipólito no es común apelar a la idea de curación, ya
          sea desde la dimensión religiosa o médica. Sólo una ocasión durante mi estancia
          acudió una audióloga a dar una plática, promovida precisamente por Zara. Si bien
          no estaba totalmente convencida del evento, dado que sabe a cabalidad por lo que
          transitan las personas sordas en el sistema de rehabilitación, con pocos resultados
          hasta llegar a la comunidad sorda y a las señas, consideró que a alguien del público
          podría servirle. De este modo, en el Templo de San Hipólito confluyen perspectivas
          religiosas, médicas, políticas y culturales sobre lo que significa ser sordo, destacan-
          do la posibilidad de conocer y comunicarse con Dios a través de la lengua de señas,
          así como el reconocimiento sociopolítico de las señas comenzando por el ámbito
          familiar y educativo.



          4. IncluSor: usos institucionales intensivos del espacio público cerrado


          En IncluSor se evidencian al menos tres maneras de gestionar la relación con el
          Estado. De lo particular a lo general, la primera refiere a los trámites de orden per-
          sonal. La solicitud y expedición de credenciales o certificados médicos que avalen
          la condición auditiva, así como la recepción de apoyos económicos personales cada
          mes, obedecen al vínculo que algunos integrantes (no todos por igual) que están al
          frente de la asociación o usuarios de los servicios que IncluSor ofrece, gestionan de
          manera individual. En segundo lugar, la realización de trámites y entrega de cuen-
          tas que, como asociación civil, se requiere ante instancias del Estado. Por último, la
          participación de la asociación en organizaciones más amplias como la UNSM y ME-
          BISOR, revela otra forma de encuentro con las entidades estatales.


                 En los otros tres grupos objeto del presente capítulo, también se atisban
          relaciones con el Estado de carácter personal, aunque no son igual de claros los
          vínculos desde lo grupal, por ejemplo, las congregaciones de señas se rigen por una
          normativa más amplia relativa a la organización de los Testigos de Jehová, desde la
          que se gestionan las relaciones con el Estado. Tampoco llegan a ser tan evidentes los



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