Page 516 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Gabriel Tolentino Tapia
Los viajes son un aliciente porque incrementan los capitales culturales, por
ejemplo, el acceso a lenguas de señas de otros países, pero no son determinantes
para ocupar la posición de líder. Además, los capitales culturales también se pro-
ducen vigorosamente desde las experiencias locales. En México es un marcador
de distinción saber otras lenguas de señas (dominantes) como la Lengua de Señas
Americana (LSA) que rige los eventos y lugares sordos globales como Gallaudet,
pero sobresale el conocimiento que se tenga en torno a la LSM.
6. Líderes «natos o a fuerzas», conocimientos y papeles políticos
Si existe un liderazgo de tipo «carismático» en la comunidad, según la tipología de
Weber, necesariamente se debe relacionar con una serie de cualidades que hacen de
la persona un ser singular y sobresaliente: «es como una persona que tiene caracte-
rísticas por encima de los demás…», indicó una entrevistada. En el mismo sentido, al-
guien más afirmó: «(líderes) son gente que sabe un poquito más que la mayoría de los
sordos, cualquier cosa». El punto cardinal es que posee más conocimiento que el resto
sobre cualquier materia, pero ¿qué «cosas» son en específico y cómo se obtienen?
La aparente aura mística que rodea a un líder carismático, posee un sustrato
social, es decir, un conjunto de cualidades labradas con la práctica y la experiencia que
lo convierten en un ser singular y sobresaliente del resto. El «yo la ley, yo sé, yo puedo,
yo digo que la seña así es…» como indicó Selma, refiere a una cualidad basada en co-
nocimientos que no se obtienen única y exclusivamente de las familias Sordas de un
estatus alto. La procedencia de una familia de oyentes, que es la gran mayoría de los
casos, no siempre impide un alto grado de pertenencia e inmersión en la comunidad.
El resultado de esta adherencia también puede ser la adquisición de ex-
periencia y conocimientos bien valorados para forjarse como líder. Además, en su
perspectiva dual, Selma introduce la cuestión de los «capitales culturales institu-
cionalizados» incorporados, como la educación escolar, tema del que ya me ocupé.
Abordaré aquí conocimientos adquiridos, ligados a las señas, que no únicamente se
obtienen de las familias Sordas y que tampoco están disponibles en las instituciones
educativas, pero que son bien valorados en la comunidad.
Como sostengo, la lengua de señas constituye un acervo lingüístico que, en
teoría, se encuentra disponible de manera abierta para todo aquel interesado y, por lo
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