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La lengua de señas como acervo disputado



                tamos. Quizá en casa pueden practicar las americanas, pero tal vez en una ponencia usar la LSM.
                quizá este otro clasificador se ve muy bonito, pero aquí hay una forma de nombrarle. En Estados
                Unidos están muy interesados en aprender, en investigar la lengua de señas mexicana y nosotros
                no estamos valorando nuestra propia lengua. Hay que cuidarla que no se contamine, al contrario,
                animarnos a preservarla, a cuidarla en las escuelas (Expositora en el Cuarto Congreso Nacional
                de Sordos Profesionistas).


          Además de Facebook, otras páginas de contenido altamente visual están difundien-
          do la ASL. En el Centro Clotet uno de los jóvenes que entrevisté refirió a YouTube
          como el portal donde ha tenido contacto con la ASL: «he visto en YouTube señas
          norteamericanas, señas que no conozco, todo lo veo por YouTube, hay señas que no
          conozco, me confunden, pero poco a poco voy viendo qué significan las señas» (es-
          tudiante del Centro Clotet Jesús Alberto). 260  Quienes ejercen el oficio de intérpretes
          también se enfrentan a la introducción de señas que no son parte de la LSM, aunque
          se recomienda tomar mesura. En los talleres de intérpretes que se realizaron en Chi-
          huahua como parte de las reuniones periódicas de MEBISOR, se abordó brevemente
          el tema, dado que en un video que analizaban, una persona empleó algunas señas
          de la ASL. El instructor comentó que no se podía hacer nada ante la forma en la que
          se expresen, pero sí sugirió aprender cuestiones básicas de ASL con la finalidad de
          brindar un mejor servicio.

                 Ahora bien, el tema de las señas extranjeras y su impacto en la LSM refiere
          a una problemática geo-lingüística global apoyada en internet y en los encuentros
          internacionales cara a cara, pero también a un asunto generacional. Para algunos
          adultos y adultos mayores, pertenecientes o no a familias sordas, la juventud repre-
          senta un punto de quiebre. La expositora del Cuarto Congreso Nacional de Sordos
          Profesionistas señaló a los jóvenes como aquellos que acuden a las señas extranje-
          ras, aunque no es la única que lo piensa. Marcela, a quien me he referido en varios
          capítulos pasados, comparte una posición similar:
                Ahora los jóvenes utilizan formas nuevas y modernas, totalmente distintas, pero desde mi punto
                de vista las señas antiguas son las originales porque llevamos mucho tiempo utilizándolas. Cuan-
                do los jóvenes cambian las señas, lo único que hacen es olvidar las señas que se utilizan y dicen:
                «no me interesa, yo voy a usar algo nuevo»; deben de respetar lo que en un inicio se fundó. Hay
                que estar actualizándose sin olvidar las señas antiguas y yo los entiendo, que cada uno tiene una
                visión distinta y una cultura también distinta para comunicarse y respetar en cada región o país

          260   Massone et al. (2012) ubicaron en el discurso de líderes sordos argentinos posiciones similares a las que describo. Se-
               gún tales discursos, la posibilidad de algunos sordos de viajar a Europa o a Estados Unidos, promovió el encuentro con
               otras lenguas de señas: «copiamos, copiamos y copiamos. No queremos esto. Porque la Lengua de Señas Argentina es
               la lengua de señas de Argentina. Las palabras son completas, no necesitan nada. No necesitamos copiar» (2012: 68).


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