Page 553 - Más allá de la razón oyente digital digital
P. 553
La lengua de señas como acervo disputado
tamos. Quizá en casa pueden practicar las americanas, pero tal vez en una ponencia usar la LSM.
quizá este otro clasificador se ve muy bonito, pero aquí hay una forma de nombrarle. En Estados
Unidos están muy interesados en aprender, en investigar la lengua de señas mexicana y nosotros
no estamos valorando nuestra propia lengua. Hay que cuidarla que no se contamine, al contrario,
animarnos a preservarla, a cuidarla en las escuelas (Expositora en el Cuarto Congreso Nacional
de Sordos Profesionistas).
Además de Facebook, otras páginas de contenido altamente visual están difundien-
do la ASL. En el Centro Clotet uno de los jóvenes que entrevisté refirió a YouTube
como el portal donde ha tenido contacto con la ASL: «he visto en YouTube señas
norteamericanas, señas que no conozco, todo lo veo por YouTube, hay señas que no
conozco, me confunden, pero poco a poco voy viendo qué significan las señas» (es-
tudiante del Centro Clotet Jesús Alberto). 260 Quienes ejercen el oficio de intérpretes
también se enfrentan a la introducción de señas que no son parte de la LSM, aunque
se recomienda tomar mesura. En los talleres de intérpretes que se realizaron en Chi-
huahua como parte de las reuniones periódicas de MEBISOR, se abordó brevemente
el tema, dado que en un video que analizaban, una persona empleó algunas señas
de la ASL. El instructor comentó que no se podía hacer nada ante la forma en la que
se expresen, pero sí sugirió aprender cuestiones básicas de ASL con la finalidad de
brindar un mejor servicio.
Ahora bien, el tema de las señas extranjeras y su impacto en la LSM refiere
a una problemática geo-lingüística global apoyada en internet y en los encuentros
internacionales cara a cara, pero también a un asunto generacional. Para algunos
adultos y adultos mayores, pertenecientes o no a familias sordas, la juventud repre-
senta un punto de quiebre. La expositora del Cuarto Congreso Nacional de Sordos
Profesionistas señaló a los jóvenes como aquellos que acuden a las señas extranje-
ras, aunque no es la única que lo piensa. Marcela, a quien me he referido en varios
capítulos pasados, comparte una posición similar:
Ahora los jóvenes utilizan formas nuevas y modernas, totalmente distintas, pero desde mi punto
de vista las señas antiguas son las originales porque llevamos mucho tiempo utilizándolas. Cuan-
do los jóvenes cambian las señas, lo único que hacen es olvidar las señas que se utilizan y dicen:
«no me interesa, yo voy a usar algo nuevo»; deben de respetar lo que en un inicio se fundó. Hay
que estar actualizándose sin olvidar las señas antiguas y yo los entiendo, que cada uno tiene una
visión distinta y una cultura también distinta para comunicarse y respetar en cada región o país
260 Massone et al. (2012) ubicaron en el discurso de líderes sordos argentinos posiciones similares a las que describo. Se-
gún tales discursos, la posibilidad de algunos sordos de viajar a Europa o a Estados Unidos, promovió el encuentro con
otras lenguas de señas: «copiamos, copiamos y copiamos. No queremos esto. Porque la Lengua de Señas Argentina es
la lengua de señas de Argentina. Las palabras son completas, no necesitan nada. No necesitamos copiar» (2012: 68).
553

