Page 558 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Gabriel Tolentino Tapia




        críticas, como el que promocionen algunas señas distintas, limiten su vocabulario a
        temas religiosos o que no interpreten discursos completos, por ejemplo, omitiendo
        las groserías.

             — Hay muchos que son Testigos de Jehová y sus señas a veces son como… raras, yo no quiero eso
             porque tengo que estar corrigiendo y muchas veces a ellos no les importa y yo me enojo. Tengo
             que estarles corrigiendo (Naomi, joven sorda).
             — El problema con los intérpretes como religiosos es que ellos han adoptado algunas señas que
             pueden usar porque se sujetan culturalmente a la religión. Hay muchas palabras que no pueden
             decir o señar, entonces groserías por ejemplo no pueden, entonces o las omiten o las cambian, tra-
             tan de suavizar la palabra. Entonces es a lo que ella se refiere que hay que corregir, que no siempre
             pasa la información fiel (Carolina, madre de Naomi).
             — ¿Has tenido intérpretes que sean Testigos de Jehová? (entrevistador).
             — Sí, en la escuela. Luego se quedan callados y como que evaden, quitan cosas, eso no es justo, no
             me dan un respeto y eso me enoja mucho. Yo veo que la maestra está hablando y lo que él está di-
             ciendo es otra cosa, como que evade, como que le da la vuelta a las palabras o no sé y eso hace que
             me enoje. Para mí no son confiables, no quiero intérprete que sea Testigo de Jehová (Carolina).

               Técnicamente el problema sería el ofrecer un servicio parcialmente bien eje-
        cutado, pero no es posible desvincularlo de la adscripción religiosa. Más allá de la
        distinción y crítica que se erige por motivos religiosos, existen múltiples controver-
        sias sobre el papel y desempeño de los intérpretes de señas. Esto es, polémicas entre
        sordos y oyentes en su calidad de ofertantes de un servicio de mediación lingüística
        y cultural. Por lo tanto, las señas constituyen otro elemento de discusión entre sor-
        dos y oyentes, pero que no se limitan al ejercicio de la interpretación de señas.


        4. Oyentes e influencias negativas en las LSM


        En términos comunicativos, las tensiones con relación a los oyentes se presentan al
        menos de dos modos. Uno, cuando se trata de imponer el idioma oral y escrito tal
        como es, en detrimento de las señas. Gran parte de la historia de los sordos es la his-
        toria de la lucha por las señas frente a la imposición de la audición, la oralización y la
        escritura de idiomas ajenos al modo de situarse en el mundo, relacionarse con este
        y aprenderlo. Dos, cuando los oyentes pretenden manipular distintos aspectos de la
        lengua de señas, no sólo como intérpretes, sino también como religiosos, familiares,
        políticos, académicos, profesores o terapeutas.

               En buena medida, durante los dos primeros capítulos me he ocupado del pri-
        mer tipo de tensiones. Quizá menos atención se ha prestado sobre el segundo tipo

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