Page 570 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Gabriel Tolentino Tapia
Días después se volvió a abordar el tema con mayor profundidad. Uno de los
panelistas comenzó comentando que, frente a la falta de oportunidades laborales,
algunos sordos son invitados a dar clases, pero no se han preparado para esta tarea.
Luego otro panelista indicó que muchos oyentes enseñan LSM bajo el discurso de
tener un «gran corazón» y querer ayudar a los sordos; aprenden un mes y hasta
en universidades ya están dando cursos. Ante dichas palabras, una presentadora
denunció que muchos de esos cursos consisten en dar listas de palabras, lo cual no
enseña gran cosa. En el contexto de entrevistas, al menos dos personas sordas insis-
tieron en que determinados cursos consisten en repasar listas de vocabulario, pero
descontextualizado, como si se tratara de una forma de aprendizaje artificial alejado
de las situaciones sociales en las que los sordos regularmente se ven involucrados.
Por esta razón, siempre se dirá que la mejor forma de aprender es en la interacción
cotidiana, más allá del aula. Ahí es donde se aprenderán las verdaderas formas de
expresión de los distintos grupos de sordos.
La crítica volvió a los sordos que también están tratando de dar cursos sin
mucha preparación. Otro presentador recordó que algunos, por contar con el respal-
do de cuatro o cinco amigos sordos, consideran que es suficiente para dar cursos, sin
tomar en cuenta, por ejemplo, que entre distintos grupos por edad o región existen
formas distintas de señar y es vital conocerlas como principio de conocimiento de la
lengua. El panelista que participó aprovechó para recordar que se llegan a introdu-
cir señas de la ASL sin tener cuidado en diferenciar de la LSM. También coincidían en
que más allá de tomar clases, la convivencia orgánica con los sordos en comunidad
mejora el aprendizaje.
Finalmente, se criticó la realización de cursos que cuentan con la presencia
de oyentes y de sordos, pero bajo una mala ejecución. Los oyentes, a veces intérpre-
tes, se convierten en una suerte de «diccionarios», olvidando que quien está al fren-
te de la clase, en teoría, es el profesor sordo. Invitar a un oyente tampoco siempre
es la solución: los sordos deberían de ser bilingües, lo que involucra saber español,
pero también aspectos históricos de la comunidad, cultura y lingüística de las señas.
También se criticó el hecho de que se lleguen a inventar señas o se deletree la mayor
parte del tiempo. 264
Aproximadamente un año después de este programa (en mayo de 2020),
volvieron a abordar la problemática de los cursos de LSM, es decir, en el año 2021
durante más de una emisión de En Traducción. Al parecer, con la pandemia por CO-
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