Page 69 - Más allá de la razón oyente digital digital
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La trama de la razón oyente en Occidente




          des sourds et muèts (Observaciones de un sordo y mudo sobre el Curso básico de
          educación de sordos y mudos). «Curso básico de educación de sordos y mudos» fue
          un libro publicado en el mismo año por Deschamps. Su objetivo fue pronunciarse
          frente al discurso de superioridad de la oralización que se hallaba en el texto de
          Deschamps.

                 En contraparte, Desloges describía con mayor profundidad la lengua de se-
          ñas, defendía su difusión de la mano de l’Epée y sentaba las bases para una reflexión
          acerca de la estigmatización de las personas sordas (Navarro, 2011; Fischer, 2002;
          Gertz y Boudreault, 2016). En cuanto a España, donde había iniciado la instrucción
          oral y escrita, Navarro (2011) indica que durante el siglo XVIII sólo se escribió la
          obra de Hervás y Panduro, denominada «Escuela española de sordomudos, o Arte
          para enseñarles a escribir y hablar el idioma español» (1795). El objetivo del libro
          era que conocieran las letras visualmente, las escribieran y las leyeran.


                 Sobre los aparatos auditivos, estos todavía eran acústicos en el siglo XVII,
          aunque a Eshraghi et al. (2012) y Wilson y Dorman (2008) señalan en que Allesan-
          dro Volta descubrió por primera vez que la estimulación eléctrica podría estimular
          la audición. Esto sólo sería el inicio de una historia que cambió radicalmente a fi-
          nales del siglo XIX con la invención de los aparatos auditivos y posteriormente, a
          mediados del siglo XX, la creación de los implantes cocleares.

                 Diez años después del libro de Desloges, murió l’Epée (1789). Su seguidor,
          el abate Roch-Ambroise-Cucurron Sicard, ocupó su lugar en la dirección educativa
          bajo el contexto de la revolución francesa, a la cual sobrevivió, en tanto que fue can-
          didato a la guillotina (Kennedy, 2015). Su papel como instructor de personas sordas
          lo salvó porque se le consideró útil para esa tarea social (Ray, 1847). Un aspecto
          importante con relación a l’Epée y Sicard es que sus obras y sus métodos educativos,
          como con Bonet, se conservaron a través de la escritura. Esta condición se refleja en
          la cantidad de bibliografía que se ha escrito sobre diferentes personas. Por ejemplo,
          en el caso del monje Pedro Ponce de León las fuentes son más escurridizas.


                 La obra de Sicard no se ciñe a las señas. Su trabajo abordó la cuestión de los
          sentidos y el desarrollo intelectual. Bajo los principios aristotélicos, Sicard pensaba
          que las experiencias asociadas al viento, la respiración o el aire pueden conducir a
          una comprensión del espíritu y ello era primordial en la conciencia de las personas
          sordas que no habían sido instruidas y permanecían en un estado «incivilizado»



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