Page 84 - Más allá de la razón oyente digital digital
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Gabriel Tolentino Tapia




        rechazo categórico a que estos grupos sociales se reprodujeran. En el mismo senti-
        do, también rechazaban las parejas consanguíneas. Aspectos sociales y biológico-re-
        productivos se asociaban con la degeneración social y biológica. Algunos daban más
        peso a la herencia en cuestiones de marginación y otros más bien se lo atribuían al
        entorno como Cobb (1911), quien desde el ámbito educativo y religioso aseguraba
        que las personas sordas, aun procediendo de contexto familiares conflictivos, po-
        dían cambiar su conducta mediante la educación y los principios cristianos.

               Desde el ámbito religioso también se llegaron a articular ciertas medidas
        cuyo objetivo era detener el encuentro marital entre personas sordas. En Chicago,
        a principios del siglo XX se entrevistó a un sacerdote para conocer su opinión acer-
        ca del matrimonio entre personas sordas. En principio, señaló que no se realiza-
        rían matrimonios a menos que las personas presentaran un certificado médico que
        comprobara sus atributos mentales y físicos (Kilpatrick, 1913). En cuanto al caso
        específico de las personas sordas, señaló que de igual modo su elegibilidad para
        casarse dependía de un examen médico y sólo sería posible que se casasen siempre
        y cuando las dos personas no fueran sordas (Kilpatrick, 1913). Los entrevistadores
        suponían que tal vez estas medidas estarían engarzadas con las normas jurídicas
        (además apoyadas por el saber médico).

               Por otro lado, desde finales del siglo XVIII, comenzó un marcado proceso de
        industrialización y formación incipiente de marcas de aparatos acústicos para escu-
        char. Se reconocían los modelos Townsend Trumpet, Reynolds Trumpet y Daubeney.
        Un aspecto importante es que las trompetas, los auriculares, tubos de conversación
        y otros tantos artefactos inventados, unos con mayor éxito que otros, parecen haber
        estado destinados al menos inicialmente para una clase social alta. Asimismo, los
        dispositivos auditivos pasaron a formar parte de la moda de la época, en tanto se
        incorporaron al atuendo y vestimenta de la gente. De hecho, algunos de los aparatos
        acústicos fueron diseñados y adaptados a muebles como mesas y sillones. Aunque,
        además del elemento estético, al parecer lo que se intentaba era disimular o escon-
        der los artefactos. En efecto, Sioshansi et al. (2018), comparten la idea al considerar
        que, debido al estigma asociado con la discapacidad auditiva, muchos de los artefac-
        tos fueron disimulados en la ropa o accesorios de vestimenta como abanicos.

               Además de las trompetas, otros aparatos inventados fueron creados para
        transmitir vibraciones sonoras mediante la transmisión ósea del sonido (Bauman,
        2014). Uno de estos fue el dentaphone, un aparato que al parecer fue patentado por



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